El murciélago es una especie beneficiosa para el control de plagas en insectos como los mosquitos. Por ello y dentro de las iniciativas en apoyo al medio ambiente que está desarrollado Pulpí, las salinas de San Juan de los Terreros acogió un taller de construcción de cajas nido, donde se realizaron 20, que serán colocadas en el entorno en los próximos días, según ha informado el Ayuntamiento en un comunicado. 

Este taller, organizado por la asociación ‘Isla de Terreros’, con la colaboración de la Asociación de Naturalistas del Sureste (ANSE) y el Ayuntamiento, fue a cargo de la ambientóloga María Ángeles García de Alcaraz. Con esta actividad se intentará disminuir las plagas en esta zona de las salinas, ya que “los murciélagos son insecticidas naturales”.

El objetivo, como indica la ambientóloga de ANSE a La Voz, es también “tener un control biológico, mantener y conservar la especie” de una forma biológica. Así, en vez de utilizar insecticidas, que afecta al medio ambiente, y esta acción sirve como “concienciación medioambiental” ya que facilitan a ejemplares de esta especie un hogar y una zona de cría, al tiempo que también beneficia en la lucha contra estos insectos.

Los mosquitos proliferan en zonas donde hay aguas estancadas, por ello han decidido instalarlos en esta zona. Un murciélago común puede llegar a alimentarse de hasta unos mil mosquitos en un día.

Estas cajas nido se han construido con tablas de madera y otras herramientas de bricolaje, y se instalarán para que estos ejemplares de la zona puedan instalarse. La intención, como explica García de Alcaraz, es colocarlos juntos para así formar colonias. Tienen que tener una altura entre 3 y 5 metros, una medida “óptima” para ellos y para evitar acciones de vandalismo.

“Los murciélagos tardan en ocupar las cajas pero lo hacen”, afirma la ambientóloga de ANSE, quien indica que para saber si lo habitan se comprueban los restos que puede haber debajo de la caja, y que también tienen una cámara endoscópica donde pueden ver el número de especies que hay.

“Los resultados no se ven a corto plazo, se van haciendo revisiones cada año, se georreferencia cada caja nido con un número”. Así que es cuestión de ver cómo se va evolucionando y tomar “medidas sobre la marcha”.

Asimismo, esta acción es más respetuosa con el medio ambiente y más equilibrada que las fumigaciones.