El Timón pone en venta antigüedades heredadas para ayudar a sus enfermos
El Timón pone en venta antigüedades heredadas para ayudar a sus enfermos
El número 24 de la calle Alcor de Almerimar se convierte, a partir del próximo 27 de octubre, en un improvisado rastrillo. El domicilio heredado por la asociación El Timón gracias a la generosidad del Michele Luigi, fallecido hace unos meses, se pone al servicio de la asociación de familiares y allegados de personas con discapacidad mental que pondrán a la venta las reliquias y curiosidades que contiene una casa con más de 30 años.
Vajillas, aparatos de radio antiguos, piezas de artillería, cuadros y un sinfín de objetos aún pendientes de valorar formarán parte de este peculiar rastrillo concebido para mantener los gastos corrientes de la primera unidad de respiro familiar que oferta El Timón desde hace apenas un mes. Un proyecto que ha contado con el respaldo económico de la Fundación La Caixa, que ha aportado cerca de 20.000 euros, pero que necesita fondos para mantenerse en el tiempo. “El programa termina en junio de 2013, pero queremos darle continuidad”, concreta Cristina Fernández, presidenta de El Timón.
En la actualidad siete usuarios forman parte del programa de respiro familiar. Una psicóloga y una trabajadora social son las encargadas de dirigir los talleres que se imparten para reforzar su autonomía y adquirir nuevas habilidades. Asearse, hacer la compra, preparar un desayuno o mantener unas normas de convivencia son sólo algunas de las tareas que diariamente aprende este grupo de enfermos con una discapacidad mental alta. El programa, que se desarrolla de lunes a viernes en horario de mañana en el chalet de Almerimar, también incluye actividades en el jardín donde se están cultivando hortalizas y paseos por la playa.
El rastrillo diseñado por El Timón permanecerá abierto al público en este inmueble los sábados, de doce del mediodía a seis de la tarde. El precio de las antigüedades es variado, “entre 2 euros y 300, lo más caro”.