“Nunca me hubiese perdonado que desaparecieran los árboles de la Plaza Pavía”, confiesa Julia rojas, presidenta de la Asociación de comerciantes de este enraizado enclave del casco histórico almeriense. Ahora, respira algo más tranquila porque parece que no hay una intención resuelta para “desforestar” una plaza que “nadie entendería ya sin sus árboles” Hoy se reúne con Manuel Guzmán, concejal Fomento y Servicios Ciudadanos, tras el sobresalto del pasado viernes, cuando fue preciso parar el trasplante de forma precipitada.

“La verdad es que la intervención del concejal fue inmediata, una vez que vecinos y comerciantes se dieron cuenta de que los operarios no estaban haciendo una poda ordinaria, sino preparando el trasplante”, comenta Rojas, quien explica que “la Plaza de Pavía es el corazón del barrio para muchos vecinos, que prefieren hacer sus compras a diario como una especie de excusa para encontrarse en este lugar con amigos y conocidos”.

Proyecto

En cualquier caso, unos y otros acogieron con mayor o menor ilusión el inicio de las obras de modernización, que ponían fin a una larga historia de reivindicaciones e intentos frustrados. Rojas recuerda que en el proyecto aprobado para esta intervención figuraba la desaparición de los seis ficus, con el fin de crear un tercer carril en la circunvalación de la plaza, destinado a carga y descarga.

“Nosotros hicimos la observación sobre el deseo de la mayoría de vecinos de que se conservaran los árboles, pero este fue un tema que quedó un tanto soslayado, pendiente de una solución posterior, al igual que otros detalles accesorios del proyecto que no necesitaban una decisión al principio, argumenta la presidenta de los comerciantes, quien recuerda, al mismo tiempo, las dificultades que proyectos anteriores habían planteado a los propietarios de negocios de la Plaza y a los titulares de los puestos del mercado, por ser demasiado ambiciosos y exigir unos periodos de tiempo sin actividad que casi nadie se podía permitir.

Por el contrario, las obras de este proyecto, que cuenta con una dotación de 620.000 euros, no están generando dificultades insalvables para que la vida cotidiana se desarrolle con normalidad. “En este caso, la verdad es que hemos vivido este proyecto con ilusión. Crremos quee trata de una intervención razonable y adecuada a los tiempos que corren. Pero estos árboles, que son centenarios, tienen que quedarse en su sitio, porque los hemos visto desde que nacimos y son ya parte de la identidad de la Plaza de Pavía”.