La Voz de Almeria

Cartas al Director

Creado:

Actualizado:

Cuando estamos sanos no nos acordamos del hospital ni delos sanitarios, pero cuando nos duele la tripita, nos partimos un brazo o nos duele el corazón, nos sentimos tan vulnerables que venderíamos nuestra alma al diablo porque nos atendieran. De que sirve todo lo demás, dinero, joyas, otras riquezas que creíamos importantes pero que ante la ausencia de salud son insignificantes sin valor ninguno. Cuando miramos hacia el norte descubrimos un castillo con función de hospital que recuerda a la Edad Media cuando era un refugio para los trabajadores que temían por su vida, lo mismo que cuando estamos débiles. La señora o señor del castillo gestiona a los profesionales con una batuta invisible que como si fuera un concierto hace que la labor de los trabajadores de la salud se coordinen para dar la mejor atención a todos los que cruzan sus puertas buscando alivio. Un hospital igual que el castillo procura dar bienestar y acogida a los que cruzan sus murallas dándoles el mejor trato humano posible dentro de su sufrimiento. Te puedes encontrar con profesionales más o menos simpáticos pero eso no nos debe importar, eso no va en el curriculum lo que de verdad nos interesa es que sean buenos en su oficio y me consta que lo son empezando por el equipo directivo y terminando por el último trabajador del castillo porque para trabajar en un medio donde las personas sufren hay que ser por lo menos héroes de ahí para arriba. ¿Cuánto vale un brazo, un dedo, cada parte de nosotros? Cuando estamos sanos no le damos valor es algo que damos por hecho que solo valoramos cuando estamos enfermos o nos falta igual que las personas que conviven con nosotros a diario ¿por qué no les decimos lo importantes que son para nosotros? Nos preocupamos por la belleza, por el tipo, por la calvicie, por no cumplir con las normas estéticas que la sociedad se ha inventado a su antojo sin ton ni son solo para que no nos salgamos de la norma o del redil y no me parece mal siempre que no perdamos de vista que lo que de verdad importa es la salud aunque sea incluso a medias. Me gustaría que todos nos diéramos cuenta de que es necesario que animemos a las personas que trabajan en el SAS a que aprecien nuestro sistema de salud y no se desanimen por las dificultades y a que pensemos en todo lo positivo que nos ofrece. Mi total agradecimiento al Hospital Torrecárdenas y a sus profesionales en especial a la Unidad de Gestión Clínica de Cirugía por su buen hacer. Una usuaria supercontenta.

tracking