Forma parte del progreso humano el respeto a los animales De considerar al animal objeto útil o enemigo a combatir, hemos pasado a integrarlo en nuestra vida como sujeto digno de respeto y a preservar su vida salvaje. Pero no es respeto dejar que un animal no doméstico como el jabalí deambule por zonas urbanas, con el consiguiente riesgo sanitario y de seguridad. Si el jabalí en libertad tiene un comportamiento regido por la consecución de alimento y supervivencia de la especie (reproducción), un animal acoplado a núcleos humanos sufre distorsiones notables en sus ciclos reproductivos (no tiene depredadores,consigue fácil alimento escarbando en las basuras). Impresiona ver piaras de jabalís en la barriada de Cabo de Gata, ante la estupefacción de los vecinos que observamos cómo aparecen nuevos jabatos a una velocidad desacorde con los ciclos reproductivos naturales del animal. ¿Qué será de esos ejemplares si no encuentran alimento suficiente, asaltarán los invernaderos, buscarán comida con métodos más agresivos que hurgar en las basuras? Urgencia y rigor en buscar soluciones eficaces; antes de que ocurra un daño irreparable