¡Vaya gente,oiga!
“Quienes se sienten estafados son los contribuyentes que se topan con las mordidas del escándalo”
El sumario del Caso Púnica, que ahora desentrañan todas las televisiones, lo que da a conocer, al margen de otros pozos negros, es la textura ética de los componentes de la trama. En general son gente de poco más o menos, individuos anodinos. Vulgares. No es su fuerte la cultura, ni la inteligencia, ni la preocupación por los problemas de la humanidad. Van al dinero. La mayoría de ellos han llegado a esa síntesis clasista de que la pasta lo facilita todo. Y el camino más fácil para hacerse rico rápidamente es coaligarse con el poder político. De aquí, pueden venir los contratos millonarios aunque sean delictivos; aquí uno puede codearse con personajes interesantes que abren la puerta a transacciones insospechadas. Como no tienen un quehacer urgente, la mayoría de ellos matan su tiempo en reuniones de ocio, mafiosas partidas de baraja, cacerías, cumpleaños como bodas de Camacho. El lenguaje asqueroso y zafio es otra de sus características. Lenguajes aprendidos en el burdeles o en lugares semejantes. Algunos muestran un retinte de catolicismo echado a perder, abandonado en la infancia. Los correos y videos que acabamos de ver son buena prueba de la moral en descomposición. Llaman gilipollas a cualquiera que siente algún tibio arrepentimiento en mitad del robo. Aseguran que esa mangancia se ha hecho siempre y conjugan el verbo cobrar por activa y por pasiva. “ Yo cobro, tú cobras, él cobra, todos cobramos”. Quienes se sienten estafados son los contribuyentes que, fiados de la ley, se topan con las mordidas del escándalo. ¿Con qué cara algunos partidos volverán a pedirnos el voto como si no hubieses pasado nada? De favores y sobornos ya teníamos experiencia en otros sonados casos, pero estos de Púnica han llegado al clímax. ¿Tiene usted un multa por unos perros salvajes que se escaparon al parque? Nada, hombre. No se apure usted. Nosotros se lo arreglamos. Y lo mismo digo: ¿no puede usted tener acceso a un ayuntamiento para un contrato de veinte millones? Nosotros somos especialistas en cambiar la realidad. Confíe en nuestra empresa, está vd en buenas manos. Luego resulta que la trama que compadreaba con jueces y con personajes de renombre alcalza hasta noventa y dos imputados. ¡Qué gente, oiga!¿ Cuándo se acabará esta oscura desbandada?