Muy tarde, mal y acaso nunca
Sería interesante que la delegada nos explicase qué ha pasado para que tengamos tan sólo una primera piedra
Puede que la delegada de Gobierno de la Junta de Andalucía en Almería, Sonia Ferrer, esté realmente convencida de que el alcalde, Luis Rogelio Rodríguez Comendador, se levanta cada mañana pensando en dónde y cómo colocarle una estocada al gobierno andaluz. No lo sé. No tengo la capacidad de saber lo que piensa la gente. Lo que sí sé es que poner en cuarentena el aviso de la Junta de Andalucía de que piensa pagar en tiempo y forma la parte que le toca del revisitadísimo convenio de rehabilitación de la Plaza Vieja no es animadversión, sino comparación. Es muy legítimo que la máxima responsable de la Junta en Almería afirme que el gobierno de Andalucía no dejaría firmar un convenio con cualquier administración “si no se dispusiera de fondos suficientes para llevarlo a cabo.” Sobre el papel es una declaración tan sólida como irreprochable que choca, sin ánimo de confrontar, con recientes y evidentes realidades que podrían cuestionar la consistencia de la misma. Sin ir más lejos ¿había dinero para el hospital materno-infantil de Almería? Si nos atenemos a las declaraciones de la delegada, sin duda lo había. Por lo tanto, sería muy interesante que la delegada nos explicase qué ha pasado para que, habiendo fondos suficientes para tener un “hotel para madres” -como se vendió en su día esa obra- los almerienses tengamos tan sólo una primera piedra. Lo digo sin ánimo arrojadizo. Podríamos hablar también de los convenios para la depuradora o para la Facultad de Medicina, que también sufrieron de la volatilidad de las promesas financieras de la Junta de Andalucía. Con esos precedentes, no parece prudente poner la mano en el fuego por nuestro gobierno autónomo sin tener a mano el teléfono de urgencias sanitarias. Y en el mejor de los casos no podemos olvidar que, incluso pagando su parte, estarían cumpliendo tarde con un compromiso que debería estar acabado desde 2005. Genio y figura.