Estamos siendo testigos de varias guerras que tienen lugar en distintos puntos del planeta Tierra. La que se encuentra más cerca de nosotros es la de Ucrania. También me parece la más peligrosa para la paz mundial.

Los rivales enfrentados poseen medios suficientes para provocar una destrucción total. Dicho de otro modo, pueden hacer desaparecer la vida sobre gran parte de la faz de la Tierra.

Cuando contemplo la situación actual me doy cuenta de lo hermosa que es la ciudad en la que vivimos. Luego pongo la televisión y veo con qué facilidad se matan nuestros hermanos, utilizando armas cada vez más poderosas que destruyen las ciudades, y hacen que niños, mayores y ancianos  huyan con lo puesto intentando salvar la vida.

La guerra alimenta el odio, y el pensamiento de utilizar armas más poderosas va creciendo. Si tenemos sensatez suficiente vamos a convencernos de que ese no es el camino que debemos seguir.

Vamos a respetar la vida de las personas repartiendo los alimentos con generosidad, creando continuamente puestos de trabajo, cuidando la naturaleza que nos rodea, y solucionando nuestros problemas aplicando la justicia con la mayor equidad.

Empecemos cada día haciendo un mundo mejor.