Estamos ya muy cerca de la Semana Santa y la gente que vive las ceremonias tanto en los templos como en la calle se aprestan a vivir de manera escénica la vida, muerte y pasión del Señor. Veremos desfilar una vez más los Cristos ensangrentados, las Vírgenes con el corazón traspasado por las siete espadas de dolor, los Judas traidores, los Pilatos que se lavan las manos, los sayones obsesivos j unto a los Maestros de la Ley.

En ámbitos algo más alejados veremos también a nuestros políticos preparando las elecciones europeas, a Bárcenas en el juzgado nuevamente llamado por el juez, a esos expresidentes del Valencia que han sido noticia por un supuesto secuestro a causa de unos millones. Lo de siempre, vamos. Para que nada falte veremos también a esos desahuciados de la Utopía, (Jesús qué nombre) entre la pena de la ida y alegría dela vuelta. Cantar del pueblo andaluz, como decía Machado, que todas las primaveras, anda pidiendo escaleras, para subir a la cruz. ¿Han visto ustedes qué manera de dar a conocer el candidato ha tenido el PP? Muchos meses oyendo que quien lleva todas las papeletas para alzarse con la distinción europea es Arias Cañete. Pues bien, Rajoy lo ha hecho de tal modo que el último en enterarse es el propio Cañete. Eso sí, después de conocerse el nombre, el más listo, el más guapo, el que mejor conoce nuestros problemas agrícolas. Se da como muy buena noticia el incremento del turismo, solución de nuestras déficits, y como desgracia nacional, la lesión de Cristiano Ronaldo , vaya mala suerte, ahora que estamos a escasas fechas de ganar la Décima. Las noticias internacionales podrían ser muchas. Para qué extenderme. Solo me detendré en esa “Madre Coraje” argentina que tuvo el valor de infiltrarse en las redes de trata de mujeres hasta dar con los violadores y torturadores de su hija María, de la que nadie sabe su paradero. Todo esto lo traigo aquí para ver si caemos en que la vida por si misma es una calle de amargura. Pero no saldremos de ella si unos se dedican a gozar bajo la excusa de que es inútil la protesta, mientras que otros se refugian alegremente en el poder con sus tronos y potestades. Buen tiempo de meditación para los costaleros.