Digamos que los dos se han apretado el corsé por igual. Yo no me creo que la partida haya quedado en tablas y el tiempo y la caída de las fichas nos irá diciendo quién va ganando. Don Luis ha conseguido una fecha para el inicio de las paralizadas obras, que era lo que quería y lo que salvaba su imagen tras las últimas jugadas y posturas políticas y Doña Elena ha logrado la división del proyecto en tres fases, cuestión que puso sobre la mesa antes de la reunión de los técnicos de las dos administraciones. Alguien podría pensar que la situación entre junta y ayuntamiento está como la dejaron los técnicos en su pasada negociación.

¿Hacía falta la reunión entre el alcalde y la consejera? ¿A quién beneficia la misma? Por lo publicado, sin conocer las interioridades del acuerdo verbal, estamos tal y como quería la junta: ante la división en tres fases del proyecto municipal y pagando los almerienses. Poca cosa ha sacado el alcalde, por lo menos en apariencia. Ya veremos en el futuro. En cuanto a los beneficios parece evidente que la medalla hay que ponerla sobre el pecho de la consejera de Izquierda Unida. No les extrañe que se la tengamos que quitar tras o antes del verano, que todo puede pasar, pero por ahora ha salido reforzada y enfadando a los chicos del Psoe municipal que se cae del convenio y subiendo al estrado de la alegría al edil Esteban de Iu.

Antes del verano adjudicación del proyecto por fases, tal y como quería la junta, en septiembre inicio de la primera fase de las obras, tal y como decidió la junta. Pero eso sí, las pagamos los almerienses. Asegura doña Elena que hay dinero, pero el pago lo adelanta el consistorio. Si hay dinero, como usted nos dice, ¿a qué viene la división en tres fases? que no es otra cosa que retrasar el final de las mismas. Si hay dinero y voluntad política de hacer las obras, y así lo ha asegurado la consejera, no se entiende que no se lleve a cabo el convenio tal y como se firmo en su día.

Me van a perdonar los lectores, pero tengo la impresión de que en la partida las cartas estaban marcadas de antemano. Los dos, Elena y Luis, salvan la cara, espero que no la pierdan los ciudadanos. Tampoco sería una novedad, estamos acostumbrados a que los políticos se peleen y nos llevemos nosotros las hostias.