La Voz de Almeria

Opinión

El trabajo bien hecho de Manolo el conserje

Es el último mohicano, el último de una especie en extinción, que se va de crucero después de 34 años de servicio tras una colecta vecinal

Manolo Hidalgo con una placa, en la puerta del edificio de Aguadulce con los vecinos.

Manolo Hidalgo con una placa, en la puerta del edificio de Aguadulce con los vecinos.

Manuel León
Publicado por

Creado:

Actualizado:

Manolo se ha tirado 34 años de su vida llegando cada mañana al edificio Géminis II en Aguadulce a poner un poco de orden: a barrer las hojas del jardín, a limpiar la piscina, a reparar alguna bombilla fundida del pasillo, a limpiar con una bayeta la baranda del recibidor, a entregar algún paquete de Amazon a algún vecino despistado. Manolo es Manuel Hidalgo Muñoz y es conserje, mejor dicho ha sido conserje, hasta esta semana que se ha jubilado, tras más de 30 años de servicio. Manolo -granadino de nacimiento, del pueblo de Montefrío- es uno de los últimos mohicanos que aún resistían en las porterías de los edificios como en una reserva india; ha sido como uno de los últimos ejemplares de una especie en extinción, como esas parlanchinas porteras madrileñas de Chamberí que siempre aparecían por alguna página de Galdós. Solo que Manolo, según cuentan los residentes del edificio que ha custodiado, ha sido la discreción y la confianza en estado puro. 34 años ayudando a vecinos con carritos de bebé, bebés que ahora son padres y a los que ha seguido ayudando con el carrito. Toda una vida la de Manolo haciendo un trabajo anónimo, humilde, antipostureo -nunca se hizo un selfi recogiendo una caca de perro, ni baldeando la entrada del edificio- pero útil, una labor proletaria pero imprescindible: vigilando el edificio como un guardia jurado, limpiando como una empresa de limpieza, arreglando cañerías o enchufes como una empresa multiservicios. Porque Manolo, el último conserje de Aguadulce, ha sido eso: una empresa multiservicios en una sola persona para una comunidad de 84 vecinos junto a la Rambla de San Antonio, un inspector Gadget con soluciones para todo, subiendo el butano o la bolsa de la compra a los vecinos más mayores, vigilando el piso en ausencia de los propietarios, buscándoles comprador en algunos casos, siendo un hombro en el que apoyarse en los velatorios como un familiar más.

Manolo llegó a Almería a hacer la mili como chófer del comandante del Cuartel de los soldados y se prendó de una muchacha de Pescadería y aquí se quedó. Le ofrecieron un trabajo como portero de un edificio de nueva construcción en la playa del Palmer que pertenecía a la cooperativa del mueble formada por empleados de Distribuciones Nieto, Muebles Mago y Muebles Ramírez. Hasta que en 1991 dio el salto a Aguadulce donde ha estado la mayor parte de su vida profesional. Su filosofía todos estos años, asegura, ha sido que un conserje está para resolver problemas y no para crearlos; y que el respeto lo gana uno por lo que calla, no por lo que cuenta.

Los vecinos han querido darle una sorpresa en su despedida por tantos trienios de trabajo callado y han hecho una colecta para pagarle un crucero, la ilusión de su vida, la ilusión de Manolo, después de apenas haber tenido vacaciones. Y han recaudado de una tacada 2.700 euros para que Manolo zarpe el día 29 de septiembre con su mujer rumbo a varias islas del Mediterráneo, en una singladura de ocho días por Mallorca, Palermo y otros destinos. ¡Qué pensará Manolo en su camarote de lujo, tan alejado de su garita de conserje, de sus vecinos, de su jardín lleno de hojas secas sin recoger!

 Aún sigue yendo al edificio porque un vínculo emocional no se rompe de un día para otro, aunque ya le han buscado a un sustituto que se llama Rafael. Manolo, y tantos hombres y mujeres anónimos de Almería como él, representan el paradigma del trabajo bien hecho, los paladines que resuelven las pequeñas cosas del día a día, los artífices de que las cuestiones a las que no les damos importancia funcionen: que el paquete esté en el buzón correspondiente; que el pasillo esté limpio; que el ascensor averiado se arregle pronto.

tracking