Unas cuantas noticias positivas, aunque mejorables siempre, nos hemos encontrado en estos días. En Almería casi mil familias han visto en vivo y en directo un contrato de trabajo. ¡Alabado sea! Casi mil familias sonreían tras meses, algunas años, esperando que el empleo llamara a las puertas de sus casas. Ring, ring. Mamá, ¡ha llegado el contrato de trabajo!. Como si le hubiera tocado la lotería. Se debe mejorar y ampliar el número de empleados y esperar que los próximos meses otras familias se puedan ir incorporando al tan deseado puesto de trabajo. Esperemos y deseemos que sea así. Hemos conocido la ley de transparencia de la junta. ¿Va a ser la panacea para que los políticos y aquellos que viven del dinero público sean más serios? Ni en pintura, no lo creo en absoluto. Hecha la ley siempre aparece la trampa. Pero cualquier traba que se les ponga a los Lanzas, Bárcenas y cía que pululan por nuestra sociedad para seguir jugando con nuestro dinero, bienvenida sea. No creemos en la ley de transparencia de los políticos, pero menos da una piedra. Que sea para bien. Los pueblos pequeños no pagan por las obras de los planes provinciales.

Tras la bajada del paro me parece lo más positivo que ha ocurrido en nuestra provincia en el último año. No se quede ahí don Gabriel, es una muy buena noticia para los pueblos, pero es usted consciente de que aún se puede hacer más por ellos. Si por ese camino va a andar su política en diputación, y es lo que deseamos, estoy convencido de que contará con el apoyo de todos los sectores de la provincia. No está mal, tres noticias “casi” positivas.