Debo anticipar que, aunque tengo un hermano sacerdote, los datos, que me han servido de base para escribir este artículo, me han sido facilitados por un familiar laico muy cercano a mi, conocedor profundo del tema que nada tiene que ver con el estado religioso, ni con sus instituciones, tratándose únicamente de un estudioso, conocedor profundo de temas relacionados con el Papado y con su historia e instituciones.

En teoría, el único requisito para poder ser elegido papa es que el candidato esté en disposición de ser consagrado sacerdote, caso de que no lo estuviera ya. Por lo tanto, podría ser designado un laico siempre que fuera un varón, bautizado, y soltero o viudo. Sin embargo, desde hace muchos siglos la elección siempre ha recaído en un cardenal.

De hecho, desde 1378 (año en que fue elegido Urbano VI, que era Arzobispo de Bari pero no cardenal) todos los papas han ostentado la dignidad cardenalicia antes de sentarse en la silla de san Pedro. Por lo tanto, es de suponer que el futuro Papa será uno de los 209 cardenales que hay vivos en el momento actual.

Desde el cónclave celebrado en el año 1523, en el que resultó elegido Gulio de Médici (que tomó el nombre de Clemente VII), siempre se ha dado la circunstancia de que el designado ha estado presente en el propio cónclave. No creo que esta costumbre vaya a alterarse, por lo que doy por hecho que no será elegido ninguno de los 92 cardenales mayores de 80 años que tendrán vedado el acceso al cónclave por razón de su edad.

Esto nos deja reducida la lista de papables a los 115 cardenales que se sentarán en la Capilla Sixtina.

Dado el precedente de la dimisión de Benedicto XVI, no es esperable que salga elegido un papa demasiado mayor. Tampoco veo probable que en el cónclave se decanten por alguien “joven” (el cardenal de menor edad tiene 53 años) dado que los papados largos tienen el inconveniente de que generan un gran inmovilismo en el seno de la Iglesia.

Por lo tanto, creo que el nuevo Papa tendrá entre 65 y 75 años, lo que me lleva a eliminar a un total de 58 cardenales en total, 41 de ellos por tener 76 años o más cumplidos y otros 17 por no haber llegado a los 65. De esta manera, la lista de candidatos queda reducida a 57 cardenales.

¿Un papa de EE UU? Pues no, francamente no es probable. Poner al frente de la Iglesia a un Papa oriundo de la primera potencia mundial sería un error político ya que —no lo olvidemos— el Vaticano es también un país y ello generaría no pocas suspicacias por el temor a que la política vaticana se alinease o supeditase a la norteamericana.

Por otra parte, hay que tener muy presente que, en la actualidad, la región del mundo con mayor número de católicos es Ámerica Latina, donde se concentran el 51% de los mismos, lo que supone cerca de 550 millones de personas. Si tenemos en cuenta que en muchos de los países que conforman esta región (por no decir en todos) existe un evidente recelo de la población hacia todo lo que venga de USA, parece obvio que elegir un papa norteamericano generaría un evidente disgusto y rechazo social. Un total de 11 cardenales de EE UU entrarán al cónclave, de los cuales sólo tres tienen edades comprendidas entre los 65 y 75 años. Si eliminamos a estos tres, nos quedamos sólo con 54 candidatos.

Mucho se habla de que el próximo Papa podría ser de color, idea que no comparto por muchas razones. Para empezar, creo que la Iglesia no está preparada para un cambio tan brusco, habida cuenta de que se trata de una institución dominada siempre por un marcado conservadurismo. Y para seguir, los cardenales negros (salvo con un par de excepciones) no tienen vínculo directo con la Curia, esto es, con el conjunto de los órganos de gobierno de la Iglesia, lo que, como explicaré más adelante, prácticamente los descarta para suceder a Benedicto XVI. De los 10 cardenales negros que son electores, tres de ellos ya estaban previamente eliminados por estar fuera del rango de edad que he delimitado con anterioridad. Por lo tanto, quitamos de la lista a los otros siete, con lo que nos restan sólo 47 candidatos. Eliminando, además, a los cinco cardenales de Europa del este nos quedan 42 candidatos.

¿Un papa de un país exótico? Utilizo el término de “exótico” para referirme a aquellos países en los que el catolicismo tiene una presencia prácticamente testimonial, verbigracia, India. ¿Alguien se puede imaginar un papa de este país? Eliminamos por lo tanto a tres cardenales de India, uno de China y otro de Sri-Lanka. Y uno más de Líbano dado que, si bien se trata de un país con un importante número de cristianos, la mayoría pertenecen (incluido el cardenal) a la iglesia Maronita, de rito oriental aunque en comunión con la Sede Apostólica de Roma. Hechas estas consideraciones, ya sólo nos quedan 36 candidatos.

¿Un papa curial o un papa pastor? Tradicionalmente, a nivel del Vaticano se suele clasificar a los papas como curiales o como pastores en función de cuáles hayan sido sus responsabilidades antes de ascender al pontificado. Se entiende como papas curiales aquellos que han desarrollado toda su actividad previa en la Curia Vaticana, caso de Pío XII. Por el contrario, los pastores son los que se han dedicado principalmente a la actividad pastoral ejerciendo como obispos o arzobispos, por ejemplo, Juan Pablo II. Lógicamente, hay también ejemplos de casos intermedios como el de Pablo VI.

La Curia Vaticana atraviesa por momentos de grandes tensiones internas. Por lo tanto, no parece probable que sea elegido un papa estrictamente pastor, con poco conocimiento de los entresijos del gobierno del Vaticano, ya que difícilmente contribuiría a arreglar los problemas existentes, más bien lo contrario. Presumo que el futuro pontífice será un cardenal curial pero con alguna experiencia pastoral.

De manera que descartaré a un total de 16 cardenales que, en la actualidad, ejercen como obispos o arzobispos y alejados físicamente de Roma. De esta manera, sólo persisten 20 papables.

De los veinte candidatos que nos quedan, 14 son italianos,Attilio Nicora , Giuseppe Versaldi , Antonio Maria Vegliò, Angelo Comastri , Paolo Romeo, Mauro Piacenza, Francesco Coccopalmerio, Ferdinando Filoni, Angelo Amato, Agostino Vallini, Giuseppe Bertello, Gianfranco Ravasi, Domenico Calcagno, Crescenzio Sepe;, uno español, Antonio Cañizares Llovera; uno portugués, Manuel Monteiro de Castro; uno francés, Jean-Louis Tauran; uno argentino, Leonardo Sandri; uno brasileño, João Braz de Aviz; y uno canadiense; Marc Ouellet.

Cuatro son los candidatos entre los que estará el futuro Papa, Francesco Coccopalmerio, Gianfranco Ravasi, Manuel Monteiro de Castro y João Braz de Aviz. Parece que el más problable sea Gianfranco Ravasi.