La Diputación no se fía de la Junta
La Diputación no se fía de la Junta
Y la Junta le contesta que son unos hipócritas y unos cínicos. Éste es el personal político que tenemos y que nos gobierna. Si estuviera todos los días insultando a mi vecino Carlos, quejándome de sus caballos, sus perros, sus águilas y sus fiestas, al final sacábamos las escopetas. ¿Y quien perdería? Las familias que están detrás o debajo de nosotros. Los políticos no paran de insultarse, ¿y quien paga el pato de sus enfrentamientos? Ellos no, lo hacemos nosotros, los ciudadanos por ellos gobernados. Dice el vicepresidente que la Junta le debe ocho millones de euros, y que si no se abonan muchos servicios concertados no se van a llevar a cabo. Tengo claro que una de los dos instituciones tendría que desaparecer. Nos ahorraríamos mucho dinero en impuestos los andaluces si así fuera. En vez de tener paz entre ellos, de dar la sensación ante el ciudadano de que funcionan a las mil maravillas, parecen empeñados en darnos la razón de que una de las dos tendría que ir a la papelera. Dicen que han perdido la confianza del electorado, pero que no nos echen la culpa a nosotros, que se miren un poco por dentro y vean, de verdad, quien ha conseguido que los ciudadanos estén hasta la coronilla de ellos. Si entre ellos no hay confianza, y se lo dicen en la cara, si entre ellos conviven los hipócritas y los cínicos, y así lo reconocen, que quieren que pensemos nosotros. ¿Nos vamos a fiar cuando ellos mismo no lo hacen? ¿Se puede confiar en cínicos e hipócritas? Pues este es el panorama político que tenemos. Y si faltaba algo sale uno de ellos y dice que las está pasando canutas con un sueldo de cinco mil euros al mes. ¡Políticos!