Dinosaurios
Dinosaurios
Aunque haga millones de años que desaparecieron estos animales gigantescos de cerebros pequeñitos y enormes cuerpos todavía suscitan el interés de antropólogos e historiadores. El cine, además, los ha ido acercando a los niños y basta una simple pisada, una huella ínfima o una reproducción de su poderosa osamenta aunque sea falsa para que se convierta en un lugar de peregrinación. El dinosaurio es hoy la metáfora del pasado más remoto, y por elevación de lo ha quedado obsoleto y fuera de tiempo.
En una sección como esta donde se habla ordinariamente de política me van permitir que identifique a ciertos nombres de la sociedad española con los años del jurásico.
Anteayer el diario El País ofrecía un buen reportaje sobre la vida y milagros de Baltar, un personaje valleinclanesco, de los que nadie en su sano juicio podría afirmar que todavía quedan en nuestra política. Y no es desde luego un único ejemplo, podríamos traer una larga lista de bichos raros que todavía dirigen la política de las diputaciones y hasta se atreven a coronar al hijo como su legitimo sucesor como si a treinta años de la transición este país fuera aún una dinastía babilónica.
Claro, ustedes dirán que para qué escribo yo sobre estos caciques si ya han perdido influencia social con la democracia. No exageremos. Todavía tienen mucho poder y siempre queda algún partido que les facilita el ecosistema propicio para perpetuarse. Desbarran como idiotas, defienden causas ya superadas en todo el mundo civilizado, y el único placer intelectual que nos producen es saber que son como la piedra roseta para descifrar el misterio.