La “diarrea” de la Junta
La “diarrea” de la Junta
Manifiesta el alcalde de Almería, Luis Rogelio Rodríguez, que la Junta tiene una “diarrea” legislativa en materia urbanística. Estoy de acuerdo con el alcalde. Pero añadiría que la “diarrea” de la Junta ha sido en todas las materias, no sólo en el urbanismo. Creo que a lo largo de los últimos treinta años la Junta se ha dedicado a legislar, más bien a lo tonto, sobre todo lo que le ha venido en gana. Miles de leyes han salido de sus plenos que sólo han venido a embrollar, más si cabe, la ya complicada legislación española. Y no sólo en materia urbanística. La junta se ha vanagloriado de las miles de leyes que ha puesto sobre el entramado andaluz. Alguna la tenia que cambiar con alguna martingala, como intentó con la que permitió la construcción del Algarrabico y que la justicia se la cazó, para verguenza de los padres “diarreicos” de la patria andaluza. El control que la Junta quiere tener sobre la vida de Andalucía y de los andaluces se ha convertido en el mayor problema con el que nos encontramos a la hora de lograr una recuperación económica.
Hoy las leyes no las hace la Junta para proteger, las hace para controlar. Nada debe escapar a sus pretensiones y sus deseos. Nada se debe mover sin que ellos den su aprobación, cobren sus tasas e impuestos e impongan lo que a ellos les interese. Y no se me ocurre hablar, dios me libre, del tres por ciento que comentaron en su día en el parlamento catalán, pero tampoco me extrañaría que algo hubiera en el fondo de todo. Sus señorías se deben aburrir mucho en el parlamento y se dedican a darnos leyes y más leyes con las que controlar al personal.