¿Se imponen las lágrimas de los políticos en la provincia?
Por lo que parece y nos cuentan por lo menos dos. Dos lagrimones se les caen a dos mujeres a cuenta de las cuestiones políticas de Almería. Las lágrimas ablandan la coraza, eso dicen, de tanta dura concha como adorna a la clase política. Llevamos llorando los votantes más de cuarenta años y no vemos que en política se ablande alguien, más bien al contrario. La consejera de cultura de la Junta anunciaba hace unos días dos femeninas lágrimas por la Alcazaba. Pobre monumento almeriense como las únicas lágrimas le lleguen desde la política. Menos lágrimas, señora. Llevan casi un año en el gobierno y todo lo que escuchamos de ustedes sobre la Alcazaba son más y más promesas. Eso sí, y dos sonoras lágrimas ofrecidas a los almerienses por el pasado, así como estudiar nuevas fórmulas sobre la gestión. ¿Van a estudiar también esas nuevas fórmulas para el resto de los monumentos andaluces? Lo que parece que no necesita estudio alguno es poner un pago por la entrada a la Alcazaba y así nos lo ha anunciado. Tres euros. ¿Seguro? Ya veremos si al final no es algo más. Hay que seguir pagando sueldos, dietas y otras zarandajas a los políticos de la comunidad y de algún bolsillo tiene que salir el dinero. Y aquí están los nuestros a su entera disposición. María Jesús Amate, lideresa de Iu en Almería, se ha querido sumar a los lloros de la consejera de cultura y sus dos lágrimas van dedicadas al presupuesto de la Junta con Almería. Por la Alcazaba ¿no? Me he prometido no escribir sobre las cuentas anuales de los políticos, me he sentido engañado siempre, esté gobernando quien esté gobernando. Iu también tuvo su oportunidad durante algunos años en las cuentas de la Junta y la señora Amate, que sepamos, no lloró. Ni una, ni dos lágrimas vimos correr por sus mejillas en aquellos años. Los únicos lagrimones, si es que hubo alguno, fueron los de los almerienses engañados un año más como ahora, como los casi cuarenta años que desde Sevilla los políticos en el poder se dedican a hacerle las cuentas a los andaluces. Sigan llorando, lo mismo las lágrimas ablandan el duro corazón de tanto político como pulula por palacios, grandes tenedores y viajes gratis con el dinero de los ciudadanos. Algunos ya han inventado el “hazte un samper” que seguro seguirá dándonos de qué hablar en los próximos días.