Las autoridades de la lejana república ex soviética de Kazajistán andan estos días más abochornados que un graduado escolar en las tertulias vespertinas de Tele 5. En el transcurso de un campeonato internacional de esquí, el responsable de megafonía anunció con toda solemnidad que se iba a interpretar el himno nacional mientras se izaba la bandera en el mástil de honor. Las autoridades, peladas de frío, pero con toda la solemnidad del mundo, se situaron erguidas sobre la nieve y, con la mano en el pecho, miraron al frente. En ese momento por todos los altavoces repartidos por la pista, en lugar de los bizarros sones del "Menin Kazakhastan", himno nacional del país, comenzó a escucharse el mucho más frívolo "Livin´ la vida loca" del portorriqueño Ricky Martin. El video con la secuencia del "tierra trágame" de los altos cargos kazajastanos es de los que hacen época. Aún no se han depurado responsabilidades, pero mucho nos tememos que el responsable del gazapo sonoro esté trabajando ya en una mina de uranio con las uñas. Pero como esta columna es un modesto servicio público, me atrevo a sugerir a los responsables del campeonato que se excusen del modo más rápido e infalible: digan que el técnico de sonido venía de Canal Sur. Así de fácil. Una casa en la que en 48 horas se confunden "por error" hasta dos veces con imágenes y rótulos de cargos del PP como Mariano Rajoy o Rosario Soto, para relacionarlos con delitos como la pederastia o malversación de fondos, puede exportar sin problemas especialistas en el despiste para solventar momentos de apuro con el aplomo que da saber, eso sí, para qué se está equivocando uno.