Ayer se celebró en todo el mundo el Día de la Libertad de Prensa, un hito cimero en la cultura de la humanidad. Gracias a ella la vida de las personas y de los pueblos no es un Gulab estalinista, aunque tampoco debemos cantar victoria como logro universalizado Aún queda mucho por hacer en este sentido. Periodistas perseguidos y encarcelados, rotativos mudos y cerrados con siete llaves y empresas dedicadas hoy a la “posverdad” del populismo indecente. Menos mal que no todo es así por fortuna. Imaginen lo que sería una música con la insufrible monotonía de una nota sola repetida hasta el vómito La Voz de Almería tuvo otro nombre cuando gobernó esta provincia la Falange Española Tradicionalista y de las JONS. Era un nombre relacionado con el cansancio y el andar lento de las bueyes. Se llamaba YUGO. Sus fundadores querían ver en sus páginas algo de la grandeza del pasado imperio español pero, por el contra , el cachondeo popular comenzó a sacarle los colores. ¿Qué libertad de prensa se podía deducir de una dictadura, con una cadena de diarios que recorría el país como si fuera una mordaza? Aquello sí era una mordaza y pobre de quien se atreviera a saltar las tapias de artículo segundo de la Ley de Prensa fascista. Aunque estuve bien poco tiempo en el “Yuguito” aún alcancé a ver las visitas nocturnas a la redacción del señor Gobernador y acompañante. Se trataba de inspeccionar previamente lo que leerían los almerienses a otro día. Por supuesto nada que criticara las relaciones laborales o que disminuyera en los más mínimo la grandeza funcional del Régimen . Los ejemplares del Yugo debían pasar la censura la noche anterior. El día en que Fraga nos libró de aquella tortura lo celebramos como si se hubiera producido una revolución cósmica. Hasta los mismos directores del periódico se dieron cuenta de que había que deshacerse del Yugo y buscar pronto otro nombre que hablara al menos de la provincia como entidad geográfica. Llegó así la “Voz de Almería”, junto a ella, para aliviar su orfandad, surgiría una serie de periódicos distintos , demostración de que la libertad de prensa era un hecho . Adiós pues la cadena que nos estuvo atenazando tanto tiempo. Hoy ya sería imposible vivir con un solo periódico. Nos parecería que estamos aún en la selva o dando vueltas a la luna.