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Opinión

Mr. Marshall se hospeda en Rota

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Si esto nos lo cuentan hace ocho años cuando se inició el zapaterismo, incluso cuatro, hubiéramos creído que nuestro interlocutor era un fabulador, interesado en crear la confusión sobre nuestro gobierno, casi un antipatriota…Me estoy refiriendo a que España ha firmado un acuerdo con Estados Unidos por el que los americanos reforzarán nuestra base de Rota con objeto de instalar allí una parte del escudo antimisiles que ha de defender Europa contra un posible ataque exterior. No pienso que el gobierno haya hecho una estupidez. Hay que ser solidario en la defensa del mundo occidental y nuestro país tiene una posición estratégica muy valiosa. Por otra parte, la base de Rota ya existe, Washington, en época de vacas flacas, no tendrá que emprender una obra cuantiosa y la llegada de 1.200 estadounidenses y las adiciones que habrá que realizar en la base traerán unos cuantos millones a una zona de España deprimida. Lo que llama la atención es la transformación radical del partido socialista en general y del zapaterismo en particular en su consideración de la Otan y de nuestras relaciones con ella. Hay un giro de tropecientos mil grados desde que Calvo Sotelo nos llevó a la organización hasta ahora. Cuando España entró en el año 82, el Psoe hizo su victoriosa campaña electoral blandiendo aquella frase de "Otan de entrada, no". Luis Solana, portavoz de Defensa del Psoe en el Congreso, soltaba la inefable afirmación de que "la Otan nos cuesta la independencia nacional". No era el único, bastantes socialistas repetían algo parecido y hasta un periódico serio como El País, también la prensa tiene su corazoncito y el matutino madrileño no era excesivamente pro-Otan, comulgaba con la tesis. Un diputado canario sostenía que la entrada era una declaración de guerra a las Canarias y otro, socialista éste, encontraba lógico que la Unión Soviética nos amenazara veladamente por el ingreso. Felipe González, con menor truculencia, caldeaba el ambiente en un gigantesco mitin en la Ciudad Universitaria madrileña poniendo en solfa la decisión del gobierno de Calvo Sotelo, sus prisas en meternos en la Otan, y prometía un referendum para cuando ganase las elecciones. La Otan era una señora poco recomendable. Casi como cualquier cosa liderada por Washington. Llegado al poder, Felipe González se percató pronto de que una cosa era predicar y otra dar trigo. Los líderes europeos, los alemanes, por ejemplo, le hicieron ver que no era muy de recibo estar pidiendo que se nos abrieran las puertas del Mercado comun europeo, lo que, previsiblemente, sería una bonanza económica, y mirar para otra parte a la hora de proteger a Europa ante una Unión Soviética que en aquel momento aún tenía las garras muy afiladas. El líder socialista hizo el referendum y valientemente se involucró en convencer a los españoles de que, a pesar de las recientes dudas de su partido, estar en la Otan era bueno. No estaríamos, se nos explicó, en la estructura militar pero debíamos quedarnos en ella. La organización ya era una señora totalmente presentable. El referendum, con muchos sobresaltos en los pronósticos, se ganó. Posteriormente, poco a poco, hemos ido integrándonos en la estructura militar y ahora damos el paso definitivo, con la acogida del escudo antimisiles hacemos cosas que no todos los aliados hacen. El abrazo con la Otan, que ya no es sólo señora respetable sino muy atractiva, es total, cósmico. La paradoja es que esto, realizado por el gobierno sin que el tema haya ni siquiera sido abordado por el Parlamento, recordemos que Calvo Sotelo y su Ministro Pérez Llorca fueron crucificados porque "sólo" le dedicaron al tema dos semanas parlamentarias, con votación incluida, haya sido decidido precisamente por el gobierno de Zapatero, un hombre que se hizo notar infantilmente no levantándose ante la bandera de Estados Unidos (¿qué consejeros tendría?) y, peor aún, que casi debutó en la arena internacional metiéndose en camisa de once varas pidiendo a todos los aliados de Washington que se marcharan de Irak. No estoy criticando la decisión actual del gobie

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