El lastre de la corrupción
La actual situación española recuerda épocas pasadas cuando lo nuevo no podía abrirse paso y lo viejo se repetía una y otra vez dando la impresión que estuviera instalado para siempre. Aquí todo el mundo está dispuesto a secundar lo de la tolerancia cero frente aquellos que meten la mano en la caja. Pero luego las cosas se complican. Cómo me viene a la mente aquel jovencito audaz del “ Guardián bajo el centeno” que quiso hacer borrón y cuenta nueva con su sociedad. Quien terminó borrado del mapa fue el autor de la novela. Pero vengamos a nuestro caso español. Como todo el mundo sabe, Rajoy ocupó la Moncloa por segunda vez gracias al pacto con Ciudadanos después de dos experiencias electorales frustradas. El PP se comprometió más de lo que hubiera querido pero en realidad no tuvo otro remedio que cumplir el pacto a que le sometió Albert Rivera. La actual trifulca murciana acerca de la presunta dimisión o no del Presidente Pedro Antonio Sánchez, acusado de supuestos delitos de fraude, prevaricación, y falsedad documental , ha endurecido la postura inicial de Ciudadanos hasta el punto de unirse a PSOE y Podemos para una nueva investigación contra el PP. Como era esperar las malas lenguas se han desatado viperinas.El propio Rajoy exige ahora que ya que van a investigar que lo hagan en todos los partidos. Y Rafa Hernando aún va mas lejos. Pide que investiguen al PSOE. ¿ Y por qué no lo hacen también con la dictadura franquista? El caso es remover basureros. Peligra el pacto, pues. Pero el ciudadano corriente y moliente se pregunta si nuestros políticos desean terminar con la corrupción, porque no lo parece a la vista de tantas supuestas investigaciones. El juez Velasco acumula daros contra la anterior cúpula en Madrid. Hoy la prensa habla de nuevas pruebas de financiación ilegal del PP. La Por su parte la oposición vuelve a la carga pidiendo limpieza y claridad, Y la sensación más generalizada es que este país no sale del estanque en que lo han metido algunas familias que hicieron del negocio su “dolce far niente” El choque Rajoy Rivera veremos lo que trae de momento. Desde luego este país no está para esperar