La Voz de Almeria

Opinión

Dudas y claridades sobre el 11 de septiembre

Dudas y claridades sobre el 11 de septiembre

Publicado por

Creado:

Actualizado:

El aniversario del quizás mayor atentado de la historia, unos 3.000 muertos en una hora, más que el ataque militar japonés a Pearl Harbour, ha traído evocaciones, reiteración de alguna duda y también muchos análisis.


Ha vuelto a circular la insensata especie de que todo estaba preparado por la CIA y la industria estadounidense para justificar el recorte de las libertades en EEUU y un mayor gasto en el aparato militar. Aunque el ataque fundamentalista ha tenido esos dos resultados es fútil refutar de nuevo la paternidad de unos atentados que fueron reivindicados con gula por Bin Laden y su grupo. Fueron, pues, obra de esa organización fundamentalista y bárbara islámica.


Al enjuiciar el balance, hay enorme división de opiniones. Sobre todo, en Estados Unidos. Se está de acuerdo que aquello cambió la vida del ciudadano medio, hay más incomodidad manifiesta en los viajes, sobre todo por avión, estamos más controlados desde diversos ángulos, en Francia paladín de defensa de los derechos humanos hay ya 60.000 cámaras de televisión en lugares públicos y las peticiones de la policía para acceder a los registros de llamadas o al Internet se han multiplicado enormemente…


Las disensiones son mayores en lo referente a los beneficios o daños de las dos guerras iniciadas por Bush. Muchos críticos progresistas estadounidenses fustigan al antiguo Presidente por embarcarse en dos contiendas que han resultado ruinosas para el país, que lo han endeudado clamorosamente, ralentizado su progreso al desviar recursos de otras áreas vitales como las infraestructuras(damos sopas con honda a aquel país en ferrocarriles, por ejemplo), la educación…, esto es obvio, y cuyos beneficios son problemáticos. Hay bastante de verdad en lo primero, en el costo inoportuno y considerable, pero los que censuran lo hacen cómodamente a toro pasado. Castigar a El Queda resultaba un clamor en Estados Unidos en los meses siguientes a Septiembre del 2011 y El Queda se encontraba bien arropada en Aghanistán por los talibanes. Darles una lección y desalojarlos para que aquella nación no se convirtiera de nuevo en refugio de terroristas era algo imperioso, prácticamente inevitable.


Más fundamento tiene el cuestionamiento de Irak. Fue una guerra de elección de Bush, se podía haber evitado y concluída la acción en el campo de batalla, la actividad que siguió fue en un primer momento llevada torpe y, a veces, chapuceramente. Ahora bien, ni siquiera la de Irak fue denunciada mayormente cuando arrancó. En Estados Unidos existía la convicción de que Sadam Husseim tenía las armas de destrucción masiva y se aplaudió o se comprendió que se fuera por él. La prolongación del empantanamiento estadounidense, y de la factura consiguiente han traído las críticas. Si el envolvimiento yanqui hubiese durado dos años y el costo ascendiera a un tercio de lo que viene siendo pocos rechistarían.


Los que creen que las decisiones tomadas merecieron la pena o eran inevitables mencionan que en estos diez años Estados Unidos no han visto ningún atentado, amén de que el principal culpable ha sido castigado, en aquella nación se celebró la desaparición de Bin Laden, era una buena noticia, y no hubo muchos tiquismiquis sobre la forma expeditiva en que fue eliminado. Al Queda está enormemente fragilizada, aunque se sabe que volverá a golpear, y a ello ha contribuido, aparte de los refuerzos de las agencias de seguridad e información de Estados Unidos, la limpieza realizada en Afghanistán e incluso en Irak donde las facciones en liza, sunies o chiitas, desconfían de AlQueda. Los optimistas omiten lo que ocurrirá en Afganistán cuando salgan los aliados.


La seguridad era pues sacrosanta, algo que no puede olvidar un Presidente. Eso explica que las medidas tomadas por Bush, criticadas en su momento por los demócratas, hayan sido continuadas, gustosa o a regañadientes, desprovistas de sus elementos más bárbaros como la tortura, por el propio Obama. En este terreno, como en otros en política, el Presidente ha aprendido que una cosa es predicar y otra dar trigo.

tracking