Uno de los mejores futbolistas almerienses de toda la historia, Juan Giménez, de 93 años, nos dejó en la mañana de ayer y hoy jueves, a las 10.30, la Almería futbolera con historia y el resto de la sociedad le despediremos con respeto. Conocedor de toda la provincia en calidad de visitador médico, le diremos adiós en el tanatorio de la calle Suflí. Pasadas las cinco de la tarde, su hijo Juan, médico, amigo personal, abonado del actual Almería me informó que su padre había fallecido de forma tranquila. Gracias a los reencuentros con sus familias recordábamos que era una persona que buscaba la verdad y cómo se plantaba ante algunos presidentes para que pagaran y trataran con dignidad a los futbolistas. Fue un peleón, un avanzado a su época que vivió una transición importante. Su proeza fue llevarnos por primera vez en la historia a Segunda División, en 1958, al eliminar al Getafe del entonces joven Luis Aragonés, cedido por el Real Madrid y las transmisiones que hicieron Matías Prats para Radio Juventud de Almería y Ramón de Rato, para del ministro Rato, para su emisora Radio Almería, que se asoció a la Cadena SER. Era una delantera de ensueño con Liz, Quintín, León, Pepe Giménez y Juan Giménez que no eran hermanos como muchos piensan. Con el añorado Pepe tuve contacto diario porque las instalaciones de Canal Sur estaban en el mismo piso del emprendedor Juan José Moreno Alarcón que lo contrató para algunos de sus negocios en Residencial Oliveros. A ambos les decía que en mi niñez se me quedó grabada una de las crónicas de Manuel Román donde me aprendí una delantera, pero de Tercera: Nani, Gargallo, Arranz, Juan Giménez y Emilín. So historias.

Real Madrid

Estuvo a punto de fichar por el Real Madrid donde estaba su paisano Antonio Serrano y que antes del Cádiz tuvo una oferta del Español de Barcelona. Son muchísimas historias que sirvieron para que conocer mejor aquellos años de hambre, silencio y emigración. Recuerdo la tarde de agosto de 2007 cuando concerté una entrevista con Juan Giménez Leal (Almería, 1932) y el gran Ángel Acién en el hotel Aguadulce de José María Rossell donde el periodista sacó una conclusión a la que yo le añadiría su faceta de goleador: “Reúne los méritos para ser considerado el mejor 11 del fútbol almeriense, un extremo zurdo veloz y desequilibrante. Debutó en 1950 y colgó las botas en 1965. Salvo una temporada en el Cádiz, su camiseta fue siempre rojiblanca, con diferentes nombres: Unión Deportiva, Atlético, Hispania y Club Deportivo. Desde el ascenso a Segunda, se convirtió en capitán. Trece temporadas en el primer equipo y siempre en categoría nacional constituyen un registro difícil de igualar”, ese y los innumerables datos rigurosos sería el resumen del perfil que trazó Ángel Acién en su impagable trabajo Relatos rojiblancos. Un siglo de fútbol en Almería del que tuve el privilegio de ser prologuista.