Antonio Lozano
Dedicatoria póstuma a mi amigo
Antonio Quero Ruiz
¿Dónde estás compañero, donde tu corazón que nos ha dejado, dónde los recuerdos al perderte donde las lágrimas que se robaron con tu muerte? Ya no hay quien te llore, muerte escabrosa, muerte lejana. Las espigas de tu enfermedad paralizaron tu garganta y con la espuma de la dulzura llegó un tiempo indescifrable. Sentiste buscando el mar,una desolación desesperada,una náusea de lluvia sombría hundiéndose en tu interior el alba. Crece en soledad la tristeza cuando sopla la brisa de tus pasos cerca de las estrellas. ¿Como taparás tu frío ante la mejilla de Dios,desde la oscuridad y desde el silencio? Amante de la música, una celestial te hará compañía en la dimensión por la que ahora caminas. Contemplo tus ojos cerrados, lejos de la pasión de la vida y en ellos veo nuestro pasado como una sombra derramada, unidos, en el camino de la amistad, sostenida, por tu gran bondad, tu espíritu alegre y el gran afecto que mantuvimos, contra las hojarascas de viento. Pesan por mí ríos de fe, cuando siento tu risa bordear mis entrañas. Al abandonar tu cuerpo tus recuerdos pesan, pero el dolor de tu muerte, será menor mañana.