La Voz de Almeria

Obituarios

Fina Arriaga Sáez

Tu fuerza nos acompañará siempre

Esta señal supera todo lo grande que eres Fina y lo que nunca dejaré de agradecerte

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LOURDES ARRIAGA SÁNCHEZ SOBRINA No es fácil para mí volver a sentarme y escribir un nuevo obituario, no porque no te lo merezcas Fina, sino porque hubiese preferido hablarte a ti, señal que seguirías con nosotros. En apenas un año y medio es el tercero que escribo, ¡Ya tenemos a otro ángel cuidándonos en el cielo! Primero fue el Abuelo hace 3 años, después el Nono el verano pasado, mi Abuela de Albox en junio y ahora Tú, la fuerza en persona, la incansable Fina, que nos dejó el pasado 22 de noviembre, justo el día del cumpleaños de tu hermano Paco. Una mujer luchadora, una mujer coraje, una madre cauta, amiga de sus amigos… ¡Cuánta gente reuniste en tu despedida! ¡Con que pena se acercaban al tanatorio! Todo el mundo salía llorando de la habitación donde se encontraban tus hijos, marido y demás familia, que te acompañaban, con tu presencia, en tus últimas horas en este lugar llamado tierra. No sé si seré capaz de transmitir en estas líneas todo lo que ha sido Fina en nuestras vidas. El dolor y la tristeza se apoderan de mí, y me cuesta seguir escribiendo. Eres muy grande Fina, has sido, eres y serás para siempre la fuerza que nos acompañe en nuestras vidas. Ahora estas junto a tu hermano trillizo, Nono. Salisteis del mismo parto y ahora descansáis la vida eterna el uno al lado del otro. Aquí tenemos vuestra tercera parte con nosotros, vuestra hermana Carmen, una hermana también incansable, a la que vamos a cuidar mucho y tenerla aquí, hace que también tengamos una parte de vosotros. A tus hijos, María José y Paco, y a tu marido, Luis, a los que desde aquí quiero mostrar mi más sincero orgullo por honrarnos como familia nuestra, por estar al lado de vuestra madre y esposa. Sois un ejemplo valiente y un espejo donde reflejarse, estáis muy por encima de la admiración para mí y el resto de la familia Arriaga Sáez. Ese coraje, esa fuerza de ella, la habéis hecho vuestra durante todo este tiempo, sin bajar la guardia ni un solo segundo, y con una sonrisa de fuerza en vuestros rostros. ¡Qué orgullosa estoy de vosotros! No dudéis que ella os cuidará también, os transmitirá su fuerza desde el cielo y os guiará por el buen camino a cada paso que deis. Aunque sé que lo sabéis, y me permito hablar en nombre de toda la familia, estamos y estaremos a vuestra disposición. Juntos y unidos, como siempre hemos estado, y demostrando la fuerza que ella nos enseñó en vida. Me quedan cortas las palabras para tu madre, con casi 86 años y en un año y medio perder a dos de sus trillizos de 48 años, ¡Qué lección nos ha dado a todos! A los pies de su hija, con que entereza, sumisión, aguante, tranquilidad, paz… ha soportado y está soportando este dolor tan grande. ¡Qué emotiva despedida de las dos! La mañana antes de morir, con mucho valor y paz, fue a verte y cogidas de la mano, tu sentiste su calor de madre, y poco a poco tus dedos se calentaron, que desde hacía un tiempo estaban fríos. En lo que a mí respecta, no tengo palabras para expresar lo que sucedió la noche del 21. Esperaste a que terminase mi trabajo para marcharte a la habitación de al lado. Para mí no fue casualidad, fue tu total gesto de apoyo hacia mí. Esta señal supera todo lo grande que eres Fina y lo que nunca dejaré de agradecerte. Por último, la semana antes de tu partida al cielo, fui a verte al hospital. Recuerdo que la vuelta a casa fue rara, nadie hablaba, una tristeza invadía nuestras mentes. A los dos días siguientes busqué un whatsApp tuyo, que me escribiste en el mes de agosto, diciéndome que: “era un trasto, que era negativa para todo, que llevaba tu sangre y eso vale, sácale partido, tú lo vales, lucha y vive”. Me dabas tu apoyo, fuerza y me aconsejabas, como siempre. He copiado conversaciones tuyas de estos últimos meses, y el día que ocurra, que me lance a la piscina como tú me decías, recordándome que ya el tren no da muchas oportunidades, quiero que seas la primera en conocerlo, yo desde aquí, te diré: Fina, ya.

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