Víctor Gil Biosca
Siempre estarás en nuestros corazones
Gemma Ventura Forte
Hay veces, que llegan a tu vida personas para enseñarnos algunas cosas, nuestros padres desde que estamos en la barriga hasta que nacemos nos están enseñando, a hablar, caminar, jugar, al levantarnos si nos caemos, ect..., y otras personas que llegan a tu vida sin tu esperarlo para enseñar otro tipo de aprendizaje y que te llegan tanto al corazón que te das cuenta cuando un día te acuestas y al día siguiente te levantas y ya no está. Por cualquier motivo, sonará raro pero como una persona que simplemente te enseña a llevar un coche, porque es su trabajo puede llegar tanto al corazón de una persona, pues si en el cielo yo tengo una de esas personas que me enseñó que en la vida te pondrán muchos obstáculos, barreras, y que tendrás que luchar mucho para conseguir tus objetivos y el me enseñó a luchar, luchar y luchar y no darme por vencida nunca jamás por muy difícil que fuera el objetivo. Mi homenaje va para ti hoy Víctor, desde allí arriba sé que me estarás viendo y sabrás la huella que has dejado en mi vida y en la de otras muchas más personas, y sabrás que siempre estarás en mi corazón y que cuando ya no me queden fuerzas para seguir luchando por algo, recordaré tu voz diciéndome estas palabras “quien la sigue la consigue... te lo aseguro.... y si tú no te rindes... yo tampoco”. Recordaré sin duda nuestras clases, esas que cuando se me olvidaba indicar que iba a aparcar salías por la ventana del coche y decías “oye quillo mira que va aparcar” y luego nos reíamos juntos, tus consejos, nuestras charlas, las risas que nos echábamos, tus regañinas para que aprendiera de los errores, ese mensaje que me mandaste el día que te dije que había conseguido mi objetivo: Sacarme mi carne, que aún conservo y conservaré, tú fuiste el primero en saberlo y el que más apostó por mí y el que tuvo la paciencia de aguantar mis torpezas, todos esos momentos y muchos más que hoy que no estás me sacan una sonrisa, me quedo con tu sonrisa grabada en mi mente, esa sonrisa que es ‘única’. Personas como tú no pasan todos los días por la vida de alguien y yo tuve la gran suerte de que pasaste por la mía y me alegró, la verdad, porque hasta en mi peor día me hacías que se convirtiera en lo contrario, un buen día. Fuiste más que un profesor de autoescuela para mí, sino un referente a seguir, un apoyo, no hay palabras para describir lo ‘grande’ que eras, y eres y el ‘gran corazón’ que tenías, cualquier adjetivo se te queda corto para describirte. Los que te hemos conocido hemos tenido la gran suerte de tener una persona tan ‘especial’ como tú en nuestras vidas y tu familia más aún, pueden estar orgullosos de ti por haber tenido con ellos. Aún no me creo que no estés, no voy a despedirme, porque aunque no estés físicamente estás en mi corazón chulo. Descansa en Paz.