César Fernández-Ardavín
El primer director de cine que rodó en Almería
Dirigió ‘La llamada de África’, estrenada en 1952, y que contó con localizaciones almerienses.

Ganador del primer Oso de Oro español en la Berlinale de 1960, el veterano director César Fernández-Ardavín ha fallecido el pasado 7 de septiembre a los 90 años en la localidad madrileña de Boadilla del Monte, según ha informado su sobrino José Manuel Chapado. César Fernández-Ardavín se convirtió en el primer director de cine que rodó una película de ficción en localizaciones almerienses. ‘La llamada de África’, según apuntan todos los estudios, constituye la primera película no documental que se materializó parcialmente en la provincia. Fueron unas escenas en el Puerto de Almería que, de forma simbólica, iniciaron la intensa relación del cine con la provincia, hace más de 60 años. César Fernández-Ardavín tenía cerca de 44 trabajos en su haber y el honor de ser el primer ganador de un Oso de Oro a la Mejor Película para nuestro país en la décima edición del Festival de Cine de Berlín (1960), por El Lazarillo de Tormes, protagonizada por Marco Paoletti y Carlos Casaravilla, informa la Academia de Cine. Fernández-Ardavín, cuya inquietud y personalidad cinéfilas comenzaron a fraguarse en su entorno familiar, inició su carrera en el celuloide en 1948 como ayudante de dirección en la cinta Botón de ancla, de Ramón Torrado. Tras una formación autodidacta, dirigió su primer largometraje en 1951: La llamada de África, y también trabajó como productor, director artístico y guionista de numerosos trabajos. Nacido en Madrid el 22 de septiembre de 1921 en el seno de una familia de artistas formada por su padre -el pintor César Fernández-Ardavín-, y sus tíos -Luis, dramaturgo, poeta y presidente de la Sociedad General de Autores; y el también cineasta Eusebio Fernández-Ardavín-, en la prolífica carrera del director figuran títulos como La puerta abierta, Cerca de las estrellas, La Celestina, No matarás, ¿Crimen imposible?, La frontera de Dios, Hembra o Festival, entre otros realizados entre 1951 y 1977, año en que se puso tras las cámaras del que fue su último trabajo para la gran pantalla, Doña Perfecta.