Encarnación Rodríguez Sánchez
La flor más bonita del jardín

Ya han pasado dos años de tu pérdida, abuelita. En estas fechas tu ausencia se me hace más dura: tus recuerdos, el ver el día a día que no estás entre nosotros, ese dolor que sé que siempre permanecerá entre todos tus seres queridos. Todavía hay veces que miro al cielo y me sigo haciendo la misma pregunta... ¿por qué te fuiste tan rápido? Me cuesta tanto escribir estos renglones, estas palabras de tristeza... Mis lágrimas mojan estas letras recordándote llegar, después de haber pasado dos años a creer que ya no estás. Sigo durmiendo con tu foto debajo de la almohada todas las noches, la foto del día de la boda de mis padres en la que me abrazabas y tenías esa sonrisa por estar feliz ese día del enlace entre mis padres. Ellos te echan mucho de menos, se acuerdan de ti día y noche y hablamos de ti cada vez que nuestras fuerzas nos dejan. Solo me queda recordarte y pensar o saber que estés donde estés siempre estarás con nosotros. En el Cielo hay muchas estrellas; una de ellas eres tú, abuelita. Las demás te acompañan y acarician mientras la brisa del aire te mima y la luna te cuida y te ilumina, dándote el amor que mi familia y yo tenemos hacia ti. De tu nieta Yolanda a ti, abuelita. La flor más bonita del jardín. Te quiero y no te olvido.