Como socio de Cruz Roja, no puedo dejar de acordarme en el primer año que ha pasado sin estar entre nosotros ese doctor que fue uno de los personajes más importantes de la institución: José Mario Albacete Martínez. Murió en agosto tras veinte años en Cruz Roja donde innovó la institución y se convirtió en un ejemplo para todos. Fue presidente del Comité Autonómico de Cruz Roja Española en Andalucía, y una de las principales figuras de esa institución en las dos últimas décadas, nombrado presidente provincial de Cruz Roja Española en Almería en 1986. Ocupó diferentes cargos nacionales y fue en varias ocasiones vicepresidente nacional, nombramiento que ostentaba en el momento de su fallecimiento. Fue una de las personas determinantes en la transformación democrática, y un luchador incansable por conseguir el pleno funcionamiento autónomo de Cruz Roja. Su presidencia supuso un esfuerzo de modernización y crecimiento de Cruz Roja Española en Andalucía., siendo el impulsor de una estructura autonómica capaz de dar respuesta a los numerosos retos sociales que se plantearon en nuestra Comunidad. Luchó decididamente por la dignificación de la atención a los inmigrantes que llegan a nuestras costas, así como por la búsqueda de recursos para la gran cantidad que viven en asentamientos en Andalucía. Bajo su presidencia se crearon equipos de técnicos y voluntarios en todas las provincias andaluzas, formados y capaces de dar una atención adecuada a las necesidades de Andalucía. La presidencia de José Mario Albacete fue un constante esfuerzo por potenciar los dos pilares que consideraba básicos para Cruz Roja, el voluntariado y el desarrollo local. Sus últimos años supusieron un trabajo continuado para crear equipos en las asambleas locales con la adecuada formación institucional, dando protagonismo a los presidentes y presidentas locales como impulsores de nuestra acción, comprometiéndonos en el funcionamiento de comités locales participativos y abiertos que supieran adaptar la institución a los requerimientos de los voluntarios y voluntarias y a las necesidades de la población. Se perdió a un hombre que marcó una época y que supo transformar e innovar la Institución. Hombre especialista de corazón pero que lo que tenía era ese ‘órgano’ dispuesto a darlo por todos. Buen presidente pero mejor persona, hacen falta muchos Pepe Mario, como le decíamos. ¡Que estés descansando en paz!