Querido Nano, aquí estoy por tercer año consecutivo para volver a recordarte y decirte lo que te echamos de menos y la falta que nos haces. El tiempo va pasando pero el dolor sigue ahí todos los días. Siempre hay alguna conversación en la que terminamos nombrándote, porque estabas al lado de mucha gente. Todos tienen algo que han vivido contigo. Te echamos muchísimo de menos, aunque no hace falta que te lo diga porque sé que donde estás nos estás viendo. Te queremos mucho y le doy gracias a Dios por haberte conocido. A mi pequeña le hablo muchísimo de ti para que sepa que aunque no estés con nosotros eres parte de su vida. Sigue cuidándanos como hasta ahora, protege de todo lo malo a mi princesa. No hace falta que te digamos que nunca te olvidaremos, que nos has dejado muy buenos momentos y que siempre estarás en nuestros corazones. Te quieren y nunca te olvidan tu familia y tu gacela. Un millón de besos chamba.