Más gestión y menos propaganda

Carmen Tomás
00:09 • 05 nov. 2020 / actualizado a las 07:00 • 05 nov. 2020

El Consejo de Ministros aprobó el martes una nueva ayuda de 430 euros para los parados que hayan agotado la prestación por desempleo entre marzo y junio. Unos 300.000 trabajadores podrían ser beneficiarios de este nuevo subsidio temporal. La pregunta ya no es si la medida es buena o mala sino si lograrán ponerla en marcha o acabará pasando como con el Ingreso Mínimo Vital o la prometida a las empleadas de hogar. Y la pregunta es pertinente porque el SEPE sigue colapsado y los recursos mínimos. El Gobierno parece que sigue empeñado en errar en sus políticas económicas para hacer frente a la crisis provocada por el Covid y por su ineptitud. Desde el inicio de la pandemia se le aconsejó que, al igual que estaban haciendo otros países de nuestro entorno, bajara impuestos y ofreciera liquidez para hacer frente a créditos, alquileres o suministros. Y el Gobierno, lejos de emular políticas que salvaran empresas y autónomos, ha dirigido sus esfuerzos a aprobar subsidios o ayudas que o no han llegado o han llegado tarde y mal.


Los resultados han sido nefastos. Se han perdido 700.000 empleos en tasa interanual, más de 1,1 millones de hogares tienen a todos sus miembros en paro, han cerrado más empresas que en toda la OCDE, los autónomos cierran por miles y el paro juvenil es ya superior al 40%. Y, en todo caso, lo peor está por llegar, porque la forma de abordar la situación crítica de la economía no ha cambiado el rumbo. Es más, por lo que conocemos ya de los Presupuestos Generales del Estado para el año próximo, no sólo no se corrigen los errores, sino que se profundiza en ellos con subidas de impuestos y cotizaciones.


Cada dato que se conoce es peor que el anterior. La llegada de turistas, la confianza, el consumo, la morosidad o las colas del hambre, nada hace ni sospechar que el cuarto trimestre será mejor, ni compensará la debilidad que ha mostrado la actividad en meses anteriores. De hecho, ya muy pocos creen que el PIB de 2020 no caiga por encima del 12% como mínimo. Sin embargo, el Ejecutivo no rectifica ni acciones ni previsiones. Nos adentramos en un ciclo negro del que aún no hemos visto la punta del iceberg, aunque Sánchez sigue con la propaganda y esta semana presentará el Plan de Reconstrucción, otra vez.






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