Huércal-Overa, tradiciones, cultura y naturaleza

La propuesta para visitar Huércal-Overa parte de hacer una primera parada en el pueblo, dejarse envolver por la historia y cultura en el casco histórico: Iglesia Parroquial, Pósito, monumento al Cura Valera a la Semana Santa, edificios emblemáticos llenos de historia en el corazón del municipio, las plazas, parques y casas señoriales. 

Huércal-Overa se asienta en medio de un paisaje único que invitan a caminar al atardecer por cualquiera de sus senderos en una experiencia en la que la naturaleza crea marcos incomparables para disfrutar en familia, con los amigos o en solitario. Actividades de turismo activo, deporte, autocaravanas y la cultura son posibles en Huércal-Overa, en donde se dan la mano tradición, cultura, historia, naturaleza y patrimonio. De Norte a Sur se encuentra una diversidad de paisajes, cambiando las tradiciones, sus fiestas, gastronomía. Cada una de sus pedanías tiene además sus señas de identidad y eso hace que Huércal-Overa sea única e inigualable. 

Vía Verde

Antiguo tramo de ferrocarril (línea Lorca-Baza) se ha acondicionado parte de este trazado como Camino Natural Vía Verde. Una ruta de 13 kilómetros pudiendo disfrutar de un itinerario de gran belleza paisajística, acondicionado con áreas de descanso, miradores, parques infantiles, aparca bicis, paneles informativos e interpretativos. Accesible para todos los públicos, varios kilómetros están diseñados con sistemas especiales para las personas invidentes.

En el entorno de la Vía Verde se encuentra la antigua estación del ferrocarril rehabilitada ofreciendo al visitante servicio de restauración, entre otros. 

Torre Nazarí 

Parada obligatoria en el municipio es su Torre Nazarí, enclavada en una de las sierras del municipio, dando la bienvenida a sus visitantes. 

Declarada Bien de Interés Cultural fue construida en la segunda mitad del siglo XIV. Conocida popularmente como “El Castillo”, tras las excavaciones realizadas en su entorno, se descubrió que es una fortificación de carácter defensivo. Mide 15 metros de altura divida en tres plantas, la primera y segunda están formadas por dos salas abovedadas paralelas y la tercera planta dividida en tres naves. Es un ejemplo de arquitectura fronteriza de los últimos años del reino nazarí. 

En su interior se encuentra el Árbol de la Vida uno de los escasos ejemplos de elementos decorativos documentados en la península Ibérica.