Chicote lleva Aguadulce a las televisiones de toda España

Chicote lleva Aguadulce a las televisiones de toda España

Guillermo Fuertes
23:54 • 05 jul. 2013

Es casi mediodía del viernes, y Pancho acusa todavía el haberse acostado tarde la noche anterior. La Sexta había emitido por fin el capítulo dedicado a su establecimiento en el programa ‘Pesadilla en la cocina’, que conduce el chef Chicote, y habían puesto un televisor en el medio del local. Luego la cosa se había extendido...


Pero se le ve feliz, a él y a su gente. Su esposa, Liset, la cocinera, Margot, la ayudante, Nadine, y la camarera, Yusimí. Y además, el chiringuito se les va llenando poco a poco de clientes de toda la vida que les dice que todo ha quedado muy bien. También llegan clientes nuevos que enseguida se hacen fotos junto al cartel de ‘El Cubano’, el nuevo nombre que le puso Chicote al local. Luego alguien les dice que han sido ‘trending topic’ en las redes sociales.


Experiencia única




Francisco Cabot, Pancho no tiene más que palabras de elogio para el chef, y también (y lo recalca) para todo el equipo del programa. “Fue un rodaje largo y al principio duro, pero una experiencia única”, afirma. “Uno no está acostumbrado, y quieres que todo salga bien, pero al final las cosas van a salir como son. Son superprofesionales, y saben hacerlo, mostrarlo todo, estoy muy contento con ellos”.


Y Chicote, ¿es tan duro como se ve en el programa? “Tiene que serlo”, dice Pancho, rotundo. “Al principio es duro, pero es que hay mucho nerviosismo y te hace mostrar tu verdadera cara. Si no lo hace así, la gente no reacciona, porque muchos piensan que lo que están haciendo está bien...”.




Pero el chef, apunta, es un tipo cercano. “Cuando las cámaras se han apagado y tienes una conversación más cercana con él, te das cuenta que es una persona encantadora que lo que quiere es ayudar, que cuando tú demuestras que quieres echar pa’lante, te ayuda mucho más”.


El chiringuito se llamaba ‘El tío Matías’, y está justo a la entrada del Puerto Deportivo de Aguadulce. Los problemas que tenían eran de organización, de comunicación entre los trabajadores, de cansancio. El ‘efecto Chicote’ lo ha cambiado todo, dice Pancho. Les abrió los ojos, les enseñó, les insufló esperanza. Ahora saben que saldrán adelante.





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