“Prefiero que un niño tenga curiosidad por un libro que obligarle a estudiarlo”

Tati Salvador, directora de ‘Tu Arte Lo Parte’

Las ‘noches frikis’  son una de las actividades estrellas de ‘Tu Arte Lo Parte’.
Las ‘noches frikis’ son una de las actividades estrellas de ‘Tu Arte Lo Parte’. La Voz
Luis F. Bonilla
07:00 • 26 oct. 2019

Tiene todo lo que se le podría pedir a una maestra: es enérgica, electrizante y, a la vez, dulce y sencilla. Tiene una mirada que irradia una luz que contagia alegría y pasión por la creatividad. Tati Salvador (Almería, 1990) comenzó hace unos meses el proyecto de ‘Tu Arte Lo Parte’, una suerte de escuela-taller cuyo objetivo es hacer que la gente aprenda a pintar. Lo cual es diferente de “enseñar” a pintar. Desde su formación académica de docente y la autodidacta de pintora, pone a sus alumnos frente a los lienzos, armados con pinceles y pinturas para dar rienda suelta a su imaginación.



¿Qué es ‘Tu Arte Lo Parte’?



Esto es una escuela-taller. Yo no voy a decirle a nadie esto es “así o así”. Porque no creo que haya una certeza de que el arte tenga que ser de una manera. No es como te explican en el colegio, donde no te puedes salir de una línea. ¿Cómo vas a enseñar creatividad si no dejas que esas personas la desarrollen?



¿En qué se diferencia de una academia al uso?



Yo quiero llamarlo “espacio”. Un espacio donde la gente venga a sacar lo que tiene dentro, a disfrutar, a quitarse frustraciones... No hay nadie que considero que pinta bien, ni siquiera yo, que me gano la vida con esto. Siempre nos exigimos demasiado. Cuando somos chiquititos todos tenemos arte, creatividad e imaginación, pero te lo van quitando, lo van minando y dejándolo en un segundo plano. Esto debe servir para expresar todas esas cosas a través de la pintura, del dibujo o de lo que quieras.



Tú misma no recibiste una formación académica.



Llevo dibujando toda la vida y he estado en la Escuela de Arte, pero ya de mayor. A mí el mismo sistema me ha intentado frustrar, diciéndome que carreras como Ilustración o Bellas Artes no servían para ganarse la vida. Yo considero que la educación tiene que potenciar, ayudar y guiar a la persona a sacar lo mejor de sí mismo para desenvolverse en la sociedad, pero conmigo y con otras muchas personas consigue lo contrario. Por eso yo aquí intento unir esas dos cosas.



Existe ahora toda una corriente de docentes que quieren cambiar la manera de enseñar, pero eso no se ve muy reflejado en la educación formal ni en los planes.

Porque al final es un sistema que está regulado por una normativa. Yo creo que las oposiciones no miden realmente lo bueno que es un maestro, aunque los hay que son maravillosos. El papel de un profesor, al final, también va en su propia educación y sus ideologías.


Cada vez tiene menos espacio la formación humanística en la educación.

Me parece un error tremendo. El mundo está hecho de arte. Reducir la creatividad de una persona supone ir para atrás, en lugar de avanzar. Estamos fastidiando el que una persona piense por sí misma y tenga criterio propio. Estamos creando ovejitas.


¿Cómo son las clases aquí?

Yo no le voy a decir a nadie que algo está bien o mal. Al final, lo que buscamos es que experimenten y se desarrollen. Que prueben con cosas que siempre les han dicho que están mal. Aquí la gente se va poniendo retos personales y cuando, al final, ves que lo consigues, es un subidón de adrenalina. Ayuda a relajarte, a creer en ti mismo y a tener una motivación.


Un profesor de la Escuela de Arte que lea esta entrevista pensará que su trabajo es indispensable también.

Lo que digo es que hay formas y formas de enseñar las cosas. Para mí es más interesante que un niño quiera coger ese libro de teoría del color o de historia del arte que le obligues a estudiárselo. Por eso yo tengo ahí una estantería con libros maravillosos. Aquí, los niños solos se generan ese interés por la curiosidad. Es aprendizaje por descubrimiento. Yo no quiero enseñarles de manera formal, sino que se interesen.


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