La mirada del grupo Afal, hasta noviembre en el Museo Reina Sofía

La exposición ha sido posible gracias a una donación realizada por Carlos Pérez Siquier

Vista de sala de la exposición en el Reina Sofía.
Vista de sala de la exposición en el Reina Sofía.
Europa Press
23:56 • 30 may. 2016

El Museo Reina Sofía de Madrid acoge hasta el 7 de noviembre ‘Humanismo y subjetividad en la fotografía española de los años 50 y 60. El caso Afal’, muestra colectiva que refleja la apertura de la cultura visual española al mundo  y que se enmarca en PHotoEspaña 2016.




Esta exposición está formada por un total de 70 fotografías y otros materiales documentales que ponen de manifiesto la internacionalización de los fotógrafos españoles, en la que el grupo Afal tuvo un protagonismo especial, tal y como explicó el director del museo, Manuel Borja-Villel, ayer durante la presentación.




La revista homónima, fundada en Almería y que se publicó entre 1956 y 1963, fue el punto de partida de este grupo, al que se sumaron todos aquellos fotógrafos de todos los rincones de España que sintieron un interés por la fotografía alejada de la versión más “anodina” de esta disciplina artística, movidos por las tendencias del documental neorrealista y del reportaje humanista.




Carlos Pérez Siquier, fundador junto a José María Artero García de la revista, ha donado recientemente al Reina Sofía una selección de material que ha hecho posible esta exposición, gracias a trabajos de autores como el propio Artero, Leonardo Cantero, Joan Colom, Gabriel Cualladó, Gonzalo Juanes, Ramón Masats, Alberto Schommer o Julio Ubiña.




En concreto, este legado, custodiado por Pérez Siquier durante más de 50 años, está compuesto por publicaciones y materiales especiales, tales como correspondencia intercambiada con los fotógrafos españoles más importantes, donde se analiza el contenido de la revista Afal y se incluyen anécdotas sobre discusiones estéticas e ideológicas que permiten entender la fotografía de este periodo.




Desde Almería
Según Siquier, “los fotógrafos más inquietos no tenían un medio de difusión y tuvieron que adscribirse a las asociaciones que existían, donde imperaba una fotografía banal e insustancial, que no representaba las inquietudes de su tiempo”.

De esta forma, desde una ciudad “tan apartada” como Almería, se convirtieron en motor de una revolución con la que pudieron difundir tanto “ideas” como “fotografías” y tener protagonismo en países europeos y lugares alejados de las fronteras españolas como México.

Entre los certámenes y las muestras colectivas en las que participó el grupo destacan el Salon Albert I de Charleroi (Bélgica) y la Bienal de Pescara del año 1958, así como la exposición colectiva organizada en 1959 en París, junto al Club Photographique les 30 x 40, que itineró por Berlín, Moscú y Milán.






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