“Ser madre de acogida suma; si se hace bien enriquece la vida de un niño“

Mónica Ramón García es monitora de Atención a Menores

Mónica Ramón García es monitora de Atención a Menores.
Mónica Ramón García es monitora de Atención a Menores. La Voz
Fina Martín
23:02 • 30 ene. 2021

Hace tres años se convirtió en madre de acogida. Tiene tres hijos biológicos y cuenta con la ayuda de su familia para dar, durante un tiempo, todo el afecto a menores en situación de desamparo



Usted desmonta la idea tradicional de que "madre no hay más que una".



Hay muchas madres que por diversas razones y cosas que le han ocurrido en su vida no pueden cuidar a sus hijos. Para eso estamos las madres de acogida: para sustituirlas durante un tiempo intentando solucionar una situación que tienen los menores, pero ellos siguen teniendo a su madre biológica.



¿Cómo estrechan lazos con esos menores?



Madre biológica y madre de acogida no son conceptos contradictorios. No es algo que resta, es algo que suma. A los menores les fomentamos que tengan una buena relación con su familia. Nosotros lo planteamos de una forma positiva y realmente se sienten muy queridos. Si se hace bien, enriquece la vida del niño percibiendo la afectividad sin dejar de querer a su madre.



¿Cómo se denomina la situación de estos menores en acogida?



Estos niños o niñas están en situación de desamparo por circunstancias muy variadas. En ese momento la Junta de Andalucía asume la tutela y les busca un lugar donde vivir. Puede ser un centro de menores o una casa de acogida. Estos menores pueden ser de Almería y provincia, extranjeros o de cualquier lugar de España.



¿Qué le motivó a ser madre de acogida?

Ha sido algo que siempre he querido hacer. Tomé la decisión hace tres años. Estaba en un buen momento vital para ser madre de acogida. Tenía estabilidad y mis tres hijos tenían una edad para entenderlo. Lo hablé con ellos, con mis padres y mi hermana, que me ayudan en todo lo necesario. Ahora la Navidad y los cumpleaños son más numerosos (se alegra).


¿Quién puede ser familia acogedora?

Puede ser un hombre, una mujer o una pareja. Lo importante es que entiendan que estos niños necesitan un hogar; una familia para desarrollarse emocionalmente como otros niños para tener una vida plena.


¿Cómo es la burocracia del acogimiento familiar?

En principio la persona interesada debe de ponerse en contacto con el Servicio de Protección de Menores de la Junta de Andalucía. Entregar la solicitud con sus datos de interés como familia acogedora. Estos datos se derivan a Cruz Roja en Almería, quienes van a llevar a cabo el proceso de idoneidad.


Hasta la fecha, ¿cuántos menores ha acogido?

Ahora mismo tenemos en casa un tercer niño. Hay que decir que no siempre es fácil, pero en general es una experiencia positiva para ambas partes.


Con esta experiencia se habrá hecho una 'cátedra' en maternidad.

Como todas las madres, vamos aprendiendo sobre la marcha. Tenemos el Servicio de Acogimiento de Cruz Roja que cuenta con psicólogas y trabajadores sociales que nos van orientando y nos ayudan mucho. Los niños vienen con historias a las que no estamos acostumbrados, y desconocemos.


Estos niños ya tienen su casa, pueden venir de un centro, ahora están en la suya, luego irán a otra... ¿Desequilibra esta situación?

Hay que inculcar al menor que todas las personas que hay a su alrededor están luchando por él para que su vida sea lo más plena posible: "Tu mamá ahora no te puede cuidar, y yo te quiero", se lo hago saber con sinceridad. Todos los adultos de referencia somos positivos en su vida.


Habla de transmitir amor protector y familiar.

Es fundamental que se sientan queridos, protegidos y seguros; y que tengan muy claro que no por estar en una familia de acogida son desleales a su familia de origen, porque eso puede provocarles algunos problemas emocionales. Hay que dejar muy claro que, 'al no poder cuidarte tu familia de origen, te cuido yo, pero ellos son tus papás'.


¿Cómo es el tiempo de ocio familiar?

Cuando vamos en coche o estamos en casa solemos escuchar flamenco y pop y jugamos mucho. El menor que tenemos ahora acogido es 'un máquina' haciendo rap, y es muy creativo. Improvisa fenomenal. Escuchamos mucho la canción 'Qué bonita la vida, de Dani Martín. Viene a decir que la vida está muy bien y, aunque algunas veces las cosas no son favorables, se puede salir adelante y sigue siendo bonita.


Una curiosidad: ¿Qué les impide a los adolescentes tener su habitación en orden?

No tengo ni idea. Si yo lo supiera mis hijos tendrían siempre la habitación ordenada (se ríe). Cuanta más edad tienen más me cuesta que colaboren en casa. Me parece que a la décima es cuando reaccionan en que hay que organizar 'la leonera' (se ríe).


¿Le pone nerviosa que los hijos empiecen a volar? 

Ellos van creciendo, van teniendo su independencia, su entorno social de amigos, y parece como que se van despegando, aunque siempre el centro de vuelta es el hogar. En vez de estar preocupada por lo que hagan fuera de casa, procuro que no se rompa el vínculo de confianza. Prefiero estar al lado de mis hijos que en contra. Para eso tengo mucha paciencia y confianza.


Se cuenta que en el siglo XIX, la sra. Vasíliev tuvo 69 hijos en 27 partos. ¿De un récord numérico así se aprende la importancia de la familia?

Es una excepción. Lo más importante de la maternidad es la planificación. Que uno tenga los hijos que pueda atender. A cada hijo hay que darle su tiempo. Es importante que haya varios hijos en una familia para que se tengan ellos de pequeños y de adultos en la vida.


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