Tenerife 0-1 Almería: Sufriendo también se asciende

Un gol de Ramazani da el triunfo. Fernando, un muro en el Heliodoro

Carlos Miralles
23:24 • 21 mar. 2022 / actualizado a las 23:27 • 21 mar. 2022

Impresionante victoria de la UD Almería en Tenerife para dar un bocado a la clasificación. De los cuatro primeros solo ganaron los rojiblancos y fue gracias a un gol de Largie Ramazani, pero detrás de ese penalti que transformó el belga hay mucho más.



Este equipo siempre ha ido a dominar, a tener el balón y sentirse protagonista, pero también ha sabido cambiarse el traje de luces para ponerse el mono de obrero y sacar un triunfo de quilates en un Heliodoro que terminó desquiciado con el arbitraje. Dominio y ocasiones chicharreras y los tres puntos para Almería. Sufriendo también se logran los ascensos. En la primera mitad avisó Ramazani con un disparo desde la frontal y después el Tenerife tomó las riendas con un remate de Gallego al travesaño y de Mario que salvó un Fernando que sostuvo al equipo, recuperando confianza tras el error de Zaragoza y los cinco goles encajados en tan solo dos jornadas.



Aguantar
De villano a héroe ha pasado un Fernando que tras el descanso salvó a los compañeros con varias intervenciones -incluso con las rodillas-, para que arriba llegase la alegría. En el fútbol quien perdona lo paga. 



Umar Sadiq, desaparecido durante 58 minutos, se las arregla para hacer caer en la trampa a Carlos Ruiz, que le agarra y De la Fuente Ramos pita penalti. Los locales reclamaban una falta anterior de Ely a Sanz. No se puso nervioso Ramazani y engañó a Soriano. Un gol que ahora tocaba defender.



Solidez
Gallego y Mario anclados en el punto de penalti esperando los centros laterales y el Almería achicando aguas con Fernando a los mandos. Cada minuto pesaba más en el Tenerife, que caía en la desesperación de verse por detrás en el marcador y alejándose del ascenso directo una vez más. Ely, sin gasolina, se mostró implacable; Babic doblando esfuerzos; De la Hoz de comodín; Eguaras y Samú apoyando... El desgaste físico del Almería merecía una recompensa en forma de victoria y tres puntos que le acercan a uno del Eibar y distancian a cuatro al Real Valladolid, su inmediato perseguidor.



La versión obrera del Almería es la más sufridora, la que sube la tensión de los aficionados, aunque tan válida como la brillante. Diez jornadas para el final con el equipo en plaza de Primera y demostrando que es capaz de rebelarse ante la adversidad, sobre todo a nivel defensivo. De encajar cinco en dos partidos a dejar a cero en el campo del cuarto de la fila. Y lo mejor es que Sadiq, casi inédito, hizo lo suficiente para ser de nuevo el protagonista provocando el penalti. Queda camino por recorrer pero se suaviza ese puerto de montaña a la élite.





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