Un menú fácil y variado, clave para ‘enganchar’ a personas dependientes

Comer no siempre es sinónimo de placer. Cuando uno está enfermo, tiene una discapacidad o le pesan los años, enfrentarse a un plato de comida no siempre es tarea fácil. Convertir el menú diario en algo placentero, nunca monótono y sí muy sano es el objetivo que se ha marcado el nutricionista almeriense Roberto Soladana Rico que ayer, ante una treintena de cuidadores de personas dependientes, desplegó imaginación para preparar diferentes platos y ofreció algunas pautas para  que cada comida sea saludable.
De la mano de la Federación Almeriense de Asociaciones de Personas con Discapacidad (FAAM), Soladana no sólo da algunas claves para que la alimentación sea sana y equilibrada, sino que se empeña en que los cuidadores sepan diferenciar alimentación y  nutrición, cómo hacer una compra inteligente y cómo cocinar con métodos más saludables. Además, explica a quienes tienen personas dependientes a su cargo cómo facilitarles la ingesta.
Para facilitar la tarea, asegura que no conviene comer demasiado ni hacerlo deprisa. “No hay que olvidar tampoco reducir el azúcar, la sal y la grasa, a la par que aumentar el número de frutas, verduras y fibra diarias”, dice.
Olvidan que tienen sed
Además, de cara al tiempo que llega, Soladana recuerda que las persons mayores y las que tienen alguna discapacidad tienden a deshidratarse. “La sensación de sed se va perdiendo con los años por lo que el cuidador ha de ofrecer de forma constante agua y otros líquidos al dependiente”. Una persona que precisamente por su condición acostumbra a rechazar el vaso. Conviene, entonces sortear su postura y ofrecerle, a cambio, sopas frías, zumos y más fruta, por ejemplo.
Y como truco final, este nutricionista mago del menú, insiste en ser flexible con el horario y los platos a ingerir y, sobre todo, convertir la tarea de cocinar en algo cómodo que sea también fácil de ingerir.