Las mejores historias de verano a través de la colección ‘Cuentos en el paraíso’

¿Qué hay mejor que un buen libro de relatos para hacer volar la imaginación durante las tórridas horas de las tardes de verano? El viaje, en esta segunda entrega de la serie ‘Cuentos en el paraíso’ de la colección Narradores Almerienses, nos lleva a diferentes rincones de la provincia como Mojácar, Albox, Huércal-Overa o incluso nos cambia de estación del año, llevándonos hasta el invierno en las fiestas navideñas.

Un repaso fresco, contemporáneo, con toques de humor o incluso misterio e intriga es lo que podremos encontrar de las manos de Marta Ros, Antonio Ortega, Ginés Bonillo o Carmen Lorenzo, los escritores que han dado vida a estos cuatro relatos. Cuatro historias de estilo libre que nos llevan cada una por un lugar y una experiencia muy diferentes entre sí.

Marta Ros es la encargada de abrir esta colección de relatos con una historia contemporánea de una drag-qween mojaquera que se va a hasta Madrid para lanzar su carrera y acaba volviendo a su pueblo natal para trabajar, la Drag vivirá numerosas aventuras y desventuras a lo largo del relato ‘La Rumina, ¡Cariño!’.

Antonio Ortega nos traslada hasta su tierra natal, Huércal-Overa en este segundo relato titulado ‘Cómo conocí a Michelle Houllebercq, una novela donde mezcla ficción y realidad poniéndose a sí mismo como protagonista y mezclando hechos autobiográficos con la ficción en el instituto de su localidad.

Conocer el Santuario del Saliente de Albox de la mano de Carmen Lorenzo, con su relato de misterio ‘Viene’. Para la autora conocer este lugar no es solo “ver una iglesia”, según la escritora, natural de Adra, se nota en el ambiente de este lugar una paz muy especial, que confiesa “no se si es mi propia percepción, pero me parece un sitio muy mágico”, por este motivo ha sido el lugar elegido para ambientar este relato que acaba tornándose en una historia llena de misterio e incluso terror.

‘Como perro al que acabarán’ es el relato de Ginés Bonillo, natural de Zurgena. El escritor ha aprovechado la ocasión para hacernos viajar por las estaciones y sitúa su relato en invierno. Una historia de instituto con un tono entre el vodevil y el la comedia, son las señas de identidad de este relato.