“Seré un ingenuo, pero enamorado de Almería aunque no sea correspondido“

Entrevista a Fernando Barrionuevo, artista contemporáneo y director de MECA

Fernando Barrionuevo posa para Juan Sánchez en el centro MECA.
Fernando Barrionuevo posa para Juan Sánchez en el centro MECA. Juan Sánchez
Antonia Sánchez Villanueva
13:50 • 24 mar. 2019

Hablar en Almería de Arte Contemporáneo lleva a Fernando Barrionuevo. Pintor, comisario y productor, es director y una de las almas de Mediterráneo Centro Artístico, fundado en 1989, desde el que coordinan programas internacionales, promueven valores emergentes y se innova en el sector cultural.



Barrionuevo es uno de los personajes más activos de la cultura almeriense desde hace cuatro décadas, cuando comenzó casi de chiquillo a promover actividades en los locales de la noche, y se ha labrado una reputación en el ámbito nacional e internacional. Mantiene proyecto y raíces en su ciudad, aunque no oculta un regusto a decepción hacia la falta de apoyo oficial.  






MECA cumple 30 años como centro artístico, ¿cómo ha sido el camino hasta llegar aquí?



Yo abrí el primer MECA con un grupo en el 89 pero ya llevaba trabajando algunos años más. Empecé mi primera actividad en la Librería Picasso, que en el sótano tenía una galería súper bonita. Tenía 16 años. Hubo un periodo en el que estuve viendo la posibilidad de hacer muchas cosas pero me dije, vamos a organizar cosas en la calle. Fui abriendo un espacio tras otro, la Biblioteca Villaespesa,  la sala del Casino, un montón de espacios. Incluso empecé a meter arte en los locales de la noche. Lo que ahora es muy común pero que entonces en Almería no era nada común. 



¿Se considera más galerista, artista, productor?



Lo primero que soy y sigo siendo es un artista que  lo que ha hecho, pienso que desde un punto de generosidad y tomando una decisión muy seria, aprender a desarrollar proyectos y comisariar actividades para potenciar la cultura de mi lugar, que es por lo que lo hice. Yo seré un ingenuo pero soy un ingenuo enamorado de Almería, a pesar de que muchas veces no sea correspondido. 



¿Es difícil en una ciudad del tamaño de Almería y con el movimiento cultural que tiene realizar una actividad de arte contemporáneo?

A veces sí, a veces no. La realidad es que el proyecto de arte contemporáneo para la ciudad de Almería está todavía todo por hacer. Carecemos de un proyecto profesional activo. Eso no significa que lo que se está haciendo sea negativo, es complementario. El arte contemporáneo es un comportamiento y una forma de vida y tenemos que conseguir que la sociedad esté alrededor porque la cultura es sanadora. Hay que desarrollar un proyecto potente y contar con buenos profesionales.


Dice que es una forma de vida, ¿es comprendido por una mayoría suficiente o es algo elitista?

El arte contemporáneo es la vanguardia y el otro es la edad de Piedra. Con lo otro me refiero a la gente que hace cosas. Hacer cosas no es lo mismo que inventar cosas. El I+D de la cultura está muy cerca del proceso creativo, el pensamiento libre produce una capacidad diferente y manda a la sociedad un mensaje mucho más optimista. El misticismo que hay en el arte es  curador. El dinero también lo necesitamos, pero no lo es todo. El apoyo es fundamental, que es en lo que yo creo que estamos algo retrasados. Los espacios no se pueden mantener con personal escaso, no cualificado y rellenar como si fuese un juego. Al final los artistas tienen que hacer la obra que les ha tocado en su tiempo. Si no damos la oportunidad de que eso se haga bien lo que vamos a encontrar son cosasrepetidas y es por eso que muchas veces tratamos injustamente a buenos profesionales, ignorando, no cooperando con ellos. Por lo menos Meca colabora muchísimo con su ciudad y con la gente más joven para apoyarla en su futura trayectoria profesional. 


¿No es incompatible el ser creador con una profesionalización de la actividad?

Yo creo que se puede ser un fabuloso artesano, pero eso no significa que se sea artista. La mayoría de la gente confunde esto. Una obra de arte no tiene que estar aprobada por cómo está hecha, es algo que sale del instinto más profundo del ser humano. Muchas veces roza el discurso de dificultad del propio artista ante la creación. Es muy fácil hacer cosas que ya están hechas. Una obra de arte es toda una vida. El otro día escuchando a Martín Chirino se me saltaron las lágrimas, qué belleza sus palabras, su experiencia. 


¿El arte tiene que emocionar?

Hombre claro, es que una de las cosas por la que trabajas en esto es para hacer algo en el entorno. Hay gente que dice que no, que el arte ha muerto, que el arte es mentira, pero son frases hechas. Es curioso que determinados artistas ahora su dirección vaya hacia el sentido de la naturaleza. Es como que la sociedad se está ahogando y necesitan encontrar un remanso de paz.  




¿Esa es la tendencia artística contemporánea?

Sí, yo creo que el campo de las tecnologías está asumido pero se quiere regresar al sentido más humano…


¿A la esencia?

A la esencia, sí. Porque básicamente por ahí nos movemos todos. Yo siempre he pensado que no debe haber ningún tipo de corte hacia la expresión del individuo. A un artista libre no se le puede decir que está loco si utiliza su libertad. 


Da la sensación de que muchas cosas que se hacen en arte contemporáneo rozan lo estrambótico. 

Duchamp dijo que arte era todo y expuso un urinario. Este tipo de pensamiento ayuda a la sociedad a tener unos pensamientos mágicos. Las cosas no son solo como las ves, yo veo el mar de una manera y Sorolla lo ve de otra. La realidad es que el arte es una mirada y hay que hacerlo con total libertad, no decir a los artistas lo que no debes y sí debes hacer. Entonces no es un artista, es un artesano. La sociedad debe vivir con menos presión. El arte no viene a tensarte, viene a relajar, genera calidad de vida, te da una oportunidad de sacarte de la monotonía. No hay cosas feas en el arte. 


¿No hay cosas feas?

No, no hay cosas feas. Cada uno hace lo que siente, es otra cosa lo que hace que nosotros veamos o no veamos determinadas cosas. Pero no son las casas de subastas, no son las galerías, no son los centros museo quienes dicen qué es bueno y qué es malo, que quede claro. Es la obra la que manda. Lo que pasa es que vivimos en una sociedad que optó por el ámbito del dinero. El dinero tendría que haber ido para la educación, para el desarrollo de buenos centros, con gente especializada. Si no fuese por esa cantidad de personas maravillosas que con sus espacios están generando proyectos culturales o cualquier tipo de proyecto que signifique reflexión y tranquilidad, estaríamos un poquito perdidos. 


Anticipémonos al futuro. ¿Qué quedará de nuestro tiempo a nivel artístico?

Hay una gran decepción mundial sobre el sentido de lo social, del humanismo. Están las personas muy aceleradas y estamos perdiendo la perspectiva de las desgracias ajenas. Vivimos bien nosotros, lo demás no importa. Volvemos a un espacio que no es positivo para la reflexión y el trabajo en comunidad. Es muy importante que el ser humano se ame. No puede despreciarse de la manera que se desprecia. Habría que volver al sentido del respeto y la libertad. 


¿Se han perdido?

Hay cosas que no se abordan desde un territorio lógico. El ser humano no está preparado para tanto trauma. La respuesta a lo que tú me dices es algo que todo el mundo puede ver en un telediario. Son muy pocas las cosas bonitas. Yo echo de menos más programas de cultura, más apoyo escrito a la cultura. Mucha más actividad en diferentes niveles, escolar, universitario, la tercera edad, que también puedan disfrutar. La sociedad está demasiado oprimida pagando para vivir y encima no tienen ese estímulo de felicidad. Son muy pocas las personas que disfrutan de las cosas hermosas. Estamos creando compartimentos, todo eso influye en el arte. Entonces encontramos ese tipo de arte que decimos que nos agrede. 


¿Quien interpreta una obra de arte como una agresión es quien tiene el problema?

Creo que es un reflejo, como cuando lees un libro y cuenta una historia que coincide con la tuya. A lo mejor al comprar ese autor lo que tú buscabas era comprenderte a ti mismo y posiblemente cuando uno ve una determinada obra con un carácter más social, de alguna manera te sientes identificado o agredido…


¿Y eso violenta?

A veces se dice que es porque los artistas quieren causar expectación siendo un poquito escandaloso. Hubo épocas en que el arte incluso era escatológico. El arte ante todo es una forma de vida y tú lo que tratas de transmitir a la sociedad es lo que tú sientes, con un estilo o con otro. Si el arte u otras cosas de la vida fallan es por la falsedad. Cuando un artista es sincero, posiblemente a los demás no les guste, pero, honestamente, está haciendo un buen trabajo… Y no, el arte no es un espectáculo, no es abrir el museo con DJ. 


¿El arte tiene que provocar?

El arte tiene que emocionar y provocar también, sí, sí. Puede hacerlo de muchas maneras. Tu obra puede ser una obra muy serena, pero puede estar diciendo mucho. Hay obras que prácticamente lo dicen todo con un solo color. 


¿La política cultural en una ciudad como Almería es de hacer muchas cosas o hay una buena orientación?

Yo creo que en Almería ha habido un desarrollo bueno, no es de las mejores, pero  hay que hacer mucho más. 


¿Qué haría falta?

Hombre, haría falta variedad, la composición de un programa. Hace falta tener algo de fondos para hacer determinadas cuestiones. No se pueden perder proyectos internacionales a cambio de nada. No se pueden cerrar programas museísticos a cambio de nada. Almería es maravillosa, creo que se pueden hacer grandes cosas pero necesita potenciar un nivel de actividad contemporánea. 


La Bienal que organizaba dejó de hacerse. 

Es parte de lo que digo. El trabajo de las personas en Almería se ha dejado pasar como si nada. No se hace un trabajo de estos en dos días, se tardan diez años. Yo voy a cumplir treinta trabajando en el ámbito del arte, muchos de mis compañeros llevan también unos cuantos años trabajando, en Almería, en Andalucía, en España y en el mundo. Ahí hay algo que deberíamos mirar. 


¿Si hubiera optado por estar en otro sitio las cosas habrían sido diferentes?

Hombre, hay ciudades que están más avanzadas…


¿Estar en Almería limita?

A Almería la amo, pero tampoco me engaño. No va a ser igual Tokio, ni Berlín ni Madrid que Almería. Almería está en su lugar y ese lugar es maravilloso, pero evidentemente un artista profesional busca el lugar donde es mejor atendido, donde pueda estar en mejores galerías, con mejores comisarios, los mejores establecimientos para exponer. Y también es verdad que necesitas salir de tu tierra, que es un consejo que  siempre he dado a los jóvenes, porque si no viajas tu mente no se abre. Es mucho mejor entender a tiempo que la realidad es otra antes de que te digan a ti que esa no es la realidad. La realidad es la universalidad, la universalidad de la cultura no está aquí. En cambio, sí tenemos el territorio. 


De los factores limitantes de Almería a la hora por ejemplo de producir exposiciones de carácter internacional, ¿cuál es el peor, las comunicaciones?

Yo pienso que el desarrollo de Almería no se culmina por determinadas cuestiones de índole personal. Son puramente intereses, no va más allá. En realidad cuando aprendes, la gente hace cosas. Pero simplemente, no continúan. También la política tiene cambios, hay que tener una visión más de futuro, no de un futuro inmediato. Hay que calcular a largo recorrido.




¿Aquí la cultura se planifica de cuatro en cuatro años?

Menos incluso. Creo que no favorece ni siquiera a ese nuevo tejido joven de gente que está funcionando ahora. Gente que se ha ido porque Almería necesita modernizarse. 


¿Y qué es modernizarse?

Modernizarse es no destrozar lo que no entiendes. Dejar surgir las cosas. Hacer que esto se desarrolle. Y que lo podamos ver, y que cuando lo vemos y es un éxito, no lo quitemos. Tú me has preguntado sobre la Bienal. ¿Qué sentido tiene si tuvieron éxito? No cabían personas, era inmensa… ¿Por qué? 


¿Tiene respuesta?

No lo sé. Yo no he roto ninguno de mis principios, sigo trabajando por la cultura en la ciudad de Almería. La cultura necesita apoyo, políticas específicas. Esto no es Francia, Alemania ni Holanda. Si un artista no tiene trabajo, se muere. 


¿Fue una cuestión política, falta de interés, desconocimiento?

Yo pienso que hay una mezcla de todo. Yo no entiendo lo que pasa en los campos políticos. Yo entiendo en la parte que a mí me toca como profesional, cómo hoy en día trabajo a veces con muchas dificultades, pero ahí está mi programación. Esto no son palabras. Ahí está la trayectoria. No dos años, no tres, treinta años. 


¿De alguna manera le han entendido más fuera que dentro?

Aquí tenemos gente maravillosa, que nos quieren mucho. Hemos trabajado en China, en Estados Unidos, en Italia. Aquí también hay gente muy interesante pero yo pienso que hay que salir de la zona de confort. Esa zona de confort es terrible.


¿Es la antítesis de la creación?

Y de la sociedad, una sociedad que se relaja, que se queda durmiendo, no avanza. 


¿Aquí hay un nivel de creación bueno?

Hay muy buenos artistas. Yo trabajo con artistas jóvenes de Almería. Lo que pasa es que somos un espacio de arte que está a la escala. Estamos trabajando continuamente, proyectos realizados no con fondos de nadie, ha sido el trabajo del colectivo Meca. Hemos utilizado muchos espacios institucionales que podrían estar vacíos. Por eso digo que es necesario el apoyo a los espacios culturales. No puede ser que tú solo tires para adelante, con la crisis tan inmensa que hemos tenido. ¿Qué trabajo cuesta tener un equilibrio y formarse de si esta actividad pesa más o pesa menos o por qué dejamos de hacer esta actividad si ha sido un éxito? Los responsables son la gente que ha creado lobbies. 


¿Funciona mucho esto de los lobbies en el arte?

¿Qué son las casas de subastas? ¿Que son las ferias de arte? ¿Negocios, no? 


¿Quién queda fuera?

Está fuera quien no se ajusta por dignidad a una serie de requisitos. Habrá gente que esté loca por estar ahí pero ese es su problema. Pero como he dicho antes un artista tiene una forma de vida. Ya bastante tiene con sobrevivir. Porque sobrevivir es lo que ocurre en el arte hoy en día. Si tú mueves exposiciones, seguros, transporte, montaje, publicidad, difusión promoción,  cómo puedes sobrevivir si no tienes algún apoyo. Esto en un realidad y además tienes que afrontarla con generosidad porque si la afrontas con orgullo, chocas. Con educación y respeto se pueden lograr muchísimas cosas. 


Parece un continuo navegar entre obstáculos

Si los gestores no tenemos espacios expositivos y una breve economía nos ahogamos en el mar que se llama arte. La gestión es muy complicada. Por ejemplo, desde Almería nos cuesta mucho más viajar que a cualquier otra persona y hacer números. Entonces tú cómo te explicas que nosotros podemos estar en Madrid y en una bienal en Venecia, en Alemania, en China... Y es que parece que cuando hablamos de estas cosas están hablando de un mal sueño. También hay personas que se molestan porque se hagan proyectos con artistas mujeres. Y que se molesta porque seas diferente. Yo me siento muy orgulloso pero es que por aquí han pasado a trabajar conmigo Chirino, Canogar, Antonio López. Todos los compañeros que trabajan aquí han formado parte del tejido social y cultural de esta ciudad. Esto no es una lucha, esto es un bien. 


El mundo de internet, ¿ayuda a propagar el arte?

Es el desarrollo del presente y del futuro. Nosotros estamos en la red con página web, con diseños de comunicación multimedia, gracias a esas nuevas tecnologías tenemos un campo de difusión y de comunicación. Tenemos una comunicación muy activa con los portales internacionales y museos. Ayuda a divulgar y a comercializar y también abarata mucho. Sí, es maravilloso. 


¿Cuál es el gran sueño que le gustaría ver realizado?

Humanamente, la paz. Profesionalmente me gustaría que en Almería se hiciese un museo de arte contemporáneo al nivel que se merece porque va a potenciar mucho la ciudad. Un proyecto de futuro. Yo lo intenté, hice tres bienales internacionales con la flor y nata del arte de España. No me parece de recibo perder esos proyectos. No me parece justo, no me parece ético y no es normal. Me quedo con la paz, aunque algunos consideren que es una estupidez.



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