Los trabajadores de Cemex convocan una manifestación para el 27 de octubre

El Comité de Empresa calcula en 19 millones el impacto de la planta cementera en la provincia

El representante del Comité de Empresa durante su intervención en el Pleno de ayer.
El representante del Comité de Empresa durante su intervención en el Pleno de ayer. Guillermo Mirón
Guillermo Mirón
07:00 • 21 oct. 2018

El pueblo de Gádor cerró ayer. En un gesto simbólico para escenificar cómo golpearía a esta localidad almeriense el anunciado cierre de la planta cementera de Cemex, tiendas y comercios del municipio dejaron su persiana echada durante media hora en la mañana de este sábado y se solidarizaron con los trabajadores de la planta de la que dependen directamente cien familias del pueblo y su comarca.



Muchos mostraron ese apoyo en las inmediaciones del Ayuntamiento, porque dentro no cabía un alma. En esas instalaciones se celebraba el Pleno en el que se aprobó por unanimidad el “apoyo” y la “colaboración” del Consistorio “con los trabajadores de la fábrica de Cemex” en el mismo punto en el que se instó a la empresa “a mantener en funcionamiento su fábrica, garantizando los puestos de trabajo” y se pidió “a la Junta de Andalucía y al Gobierno de España su intervención”. Un extremo poco probable, el de la supervivencia de la actividad en la fábrica, que motivaba el cuarto punto de los que se aprobaron en la sesión plenaria de ayer y que hacía referencia al peor de los desenlaces posibles aunque ‘a priori’ inevitable: el cierre de la planta. 







Plan de Empleo 
Así, el Ayuntamiento instó a la Junta a que, en caso de cierre de la fábrica de cemento y despido de sus trabajadores “lleve a cabo un Plan de Empleo para la zona”. En el mismo Pleno, la alcaldesa  Lourdes Ramos (PP) manifestó su pesar por no haber recibido “más llamadas de otras administraciones y de más políticos” y pidió al Gobierno central que “informe de las medidas urgentes que va a adoptar para evitar que se cierre” la fábrica. Asimismo, al término de la sesión plenaria adelantó que ha solicitado “una reunión urgente” con Medio Ambiente y otra “con Jaime Elizondo, alto directivo de Cemex a nivel de España, porque quiero conocer de primera mano los pensamientos de la empresa”. 






Próximas reuniones 
Entre las cuestiones que la regidora pondrá sobre la mesa cuando se encuentre con los representantes de la Consejería de Medio Ambiente figurará con toda probabilidad una cuestión que adelantaba ayer. Se trata de las medidas de control que “sorprendentemente” sólo afectan “al Puerto de Almería”.



En concreto, la regidora detalló que al puerto almeriense “le exigen ser un puerto cerrado y que cuando se hagan exportaciones de clinker (el producto principal del cemento)  fabriquen una nave cerrada. Una inversión importante y una traba más que se le pone a esta empresa. Tenemos que ayudar entre todos y quiero que nos ayude la Junta de Andalucía”.



Ante un salón de plenos repleto de trabajadores y vecinos, además de representantes políticos como el exalcalde de la localidad, Eugenio Gonzálvez, el vicepresidente provincial Ángel Escobar y el exregidor de Huércal de Almería, Ismael Torres (PP), la alcaldesa pidió “disculpas” al Comité de Empresa porque “me hubiese gustado que en este Pleno hubiese estado la Corporación al completo”, lamentó debido a la ausencia de dos ediles del Grupo Socialista por motivos laborales, según dio a entender Ramos.


“La peor noticia” 
Las palabras de la primera edil sirvieron para calibrar el mazazo que supondría para esta población del Bajo Andarax el cierre de la planta, con más de doscientas familias afectadas entre los puestos de trabajo directos e indirectos que desaparecerían. Una situación que Ramos ha sintetizado en una frase. 

“Ha sido la peor noticia desde que soy política”, reconoció antes de adelantar que pedirá “ayuda” donde haga falta  para aprovechar cualquier “resquicio” de la normativa europea para pedir su modificación, ya que anteriormente “se han dado muchos casos”. 



Petición de obras
 “Que nos ayuden, que lo necesitamos”, suplicó no sin antes reiterar su confianza “en que la Junta de Andalucía y el Gobierno de España nos va a ayudar” y lanzar un dardo a los ecologistas. “Lo mismo que piden justicia climática yo voy a pedir justicia para los trabajadores”.


Tras la intervención de Lourdes Ramos, Antonio Orta, representante del Comité de Empresa reivindicó en nombre de los trabajadores “otra alternativa posible” y enumero una serie de datos para justificar su oposición al cierre de manera objetiva como el “aumento de un 5,8%” en el último año del índice de producción de cemento en Andalucía y pidió la reanudación de obras como “la autovía del Almanzora y el Corredor del mediterráneo”, lo que conllevaría un “incremento sustancial de la demanda de cemento con un impacto positivo en el volumen de ventas  en nuestra zona”.


Manifestación el sábado en Almería

Desde el Comité de Empresa se ha emplazado a todos los trabajadores, vecinos, políticos y a todo aquel que quiera unirse a sus reinvindicaciones contra el cierre de la planta cementera a acudir a la manifestación convocada para el sábado 27 de octubre y que partirá desde la Puerta Purchena de la capital almeriense. En este sentido, el presidente del comité cifró en 19 millones de euros el impacto económico de la fábrica de Gádor para la provincia y mostró su inquietud acerca de “algo oscuro” tras el anunciado cierre de la planta debido a que la empresa, según afirmó, ha vuelto “a pedir el permiso minero”, recordando los bares, tiendas, restaurantes y comercios cuya existencia depende de la supervivencia de la fábrica.



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