En ocasiones, las mejores ideas nacen en los momentos más difíciles. Durante la pandemia, mientras muchos trataban de sobrevivir a la incertidumbre, el ejidense Antonio Garzón decidió dar un salto de fe. Con 35 años, dejó atrás su trabajo de administrativo para emprender un sueño que ya le rondaba desde hacía tiempo: montar un negocio propio. Así nació 'Deli Breakfast', una tienda online que convierte desayunos y cestas personalizadas en experiencias únicas, cargadas de emoción y detalles.

Hoy, cuatro años después, Antonio ha conseguido no solo vivir de este proyecto, sino también construir una marca que ha llegado a cientos de hogares en toda España y, a través de clientes que residen en Latinoamérica, a familias que se reencuentran a distancia con un regalo inesperado. Con casi 320 reseñas en Google de cinco estrellas, su negocio se ha convertido en sinónimo de mimo, dedicación y cercanía.

Antonio, ¿cómo surge la idea de Deli Breakfast?

La idea empezó a cocinarse durante la pandemia. En ese tiempo de incertidumbre me planteé seriamente qué quería hacer con mi vida profesional. Siempre había tenido en mente emprender, de hecho, me propuse que antes de cumplir 35 debía haber lanzado algo. Y justo coincidió: en agosto de 2021 abrí oficialmente la tienda online. Detrás hubo muchos meses de preparación, de darle vueltas a cómo lo planteábamos, diseñar la web y todo lo demás.

¿Qué significaron esos meses iniciales de trabajo en plena pandemia?

Fueron intensos. Todavía llevábamos mascarilla, había restricciones… todo era raro. Pero yo lo vivía con ilusión: estaba organizando la parte técnica con un compañero, buscando ideas de diseño, preparando la web.

¿Cómo ha cambiado tu vida en estos cuatro años?

En muchos sentidos. Por un lado, la satisfacción enorme de ver crecer mi propio negocio. Por otro, la dureza económica y personal que supuso dejar mi trabajo estable como administrativo. Llegué a endeudarme, a vender acciones. He pasado momentos complicados, pero poco a poco he ido levantando cabeza. Al principio compaginaba mi negocio con otros trabajos de madrugada, pero desde hace unos meses me dedico exclusivamente al negocio. Eso es un logro muy grande.

¿Cuál dirías que es tu principal fuente de clientes?

Google, sin duda. El posicionamiento es clave: mucha gente nos encuentra buscando desayunos sorpresa o regalos personalizados. También llegan pedidos a través de Instagram (@delibreakfast_es) o por recomendación de clientes fieles. Y eso es muy bonito: cuando alguien queda contento y repite o recomienda.

¿Cuáles son los momentos del año con más demanda?

Los picos más fuertes son San Valentín, Día de la Madre y Día del Padre, en ese orden. Pero durante el resto del año también hay muchísimos motivos para regalar.

¿Qué diferencia a tu negocio de otras empresas similares?

Nuestra propuesta no es solo regalar comida, sino regalar una experiencia. Cuando abres una de nuestras cajas encuentras productos, detalles, sorpresas, personalización. Lo cuidamos todo, desde el diseño hasta el seguimiento de la entrega. Incluso mostramos al cliente cómo ha quedado su cesta antes de que la reciba el destinatario. Eso genera confianza y emoción, sobre todo para quienes nos compran desde el extranjero y quieren estar presentes a la distancia.

¿Recuerdas alguna anécdota especial?

Muchas. Por ejemplo, cuando clientes desde Argentina o Colombia nos contactan para sorprender a familiares en España. Nos dicen: “Gracias a este regalo he podido estar ahí contigo de alguna forma”. Ese tipo de cosas hacen que todo merezca la pena.

¿Qué papel juegan las reseñas y las redes en tu negocio?

Fundamental. Hoy en día, más allá de lo que uno diga de su marca, lo que cuenta es lo que dicen los clientes. Las reseñas genera confianza inmediata. En los próximos meses queremos reforzar mucho la parte de redes sociales para llegar a más gente, pero siempre sin perder la esencia de la atención personalizada.

¿Qué tipo de productos ofrecéis actualmente?

Tenemos unas 25 propuestas de desayunos y aperitivos en la web, pero la clave está en la personalización. Cada cliente puede adaptar la cesta a su gusto: añadir, quitar, modificar. También ofrecemos opciones para personas con intolerancias, como un desayuno específico para celíacos o leche sin lactosa. Queremos que nadie se quede sin disfrutar.

Si tuvieras que resumir el propósito de tu marca en un eslogan, ¿cuál sería?

“El regalo de un momento especial”. Porque no se trata de desayunar, sino de crear un instante único entre quien regala y quien recibe.

¿Qué le dirías a tus clientes después de estos cuatro años?

A los que ya han confiado en nosotros: gracias de corazón. Gracias por repetir, por recomendar, por ayudarnos a crecer. A quienes aún no nos conocen: aquí estamos, trabajando cada día para sorprender y para cuidar cada detalle.