Cierra el restaurante marroquí más famoso del centro de Almería
Aljaima cierra sus puertas tras 18 años como refugio de sabores, poesía y encuentro

Interior del Restaurante Tetería Aljaima.
Una imagen sencilla y potente lo dice todo: un candado con un buda grabado cierra las puertas de madera del Restaurante Tetería Aljaima, uno de esos rincones que durante casi dos décadas fue refugio y punto de encuentro para amantes de la cultura, la gastronomía y la hospitalidad en pleno centro de Almería. Así se confirma el triste cierre de un local que fue más que un restaurante; fue una casa, un hogar para muchos.
Mostafa Jazouli Benhlima, alma y propietario de Aljaima, compartió este domingo 3 de agosto un mensaje lleno de nostalgia y gratitud en el que anunciaba el cierre de su restaurante: “Lamentablemente, hoy tengo que anunciar el cierre de mi restaurante AlJaima, después de tantos años de servir lo que aprendí de mi madre, de mi abuela, de mi tía y de mi padre”. Un legado que no solo era culinario, sino también familiar y cultural.
En su mensaje, Mostafa rememora 18 años de vivencias, encuentros e historias tejidas entre mesas, aromas y sabores. Agradece a todos los clientes y amigos que le acompañaron en esta aventura, en un local que fue testigo de tantas sonrisas, amores y sabores. Pero el cierre no es una despedida definitiva.
Al contrario, lleva implícita una mirada hacia el futuro, a una nueva etapa que se abre llena de posibilidades. “Aunque me entristece tener que decir adiós, estoy feliz por todas las experiencias que he tenido y por todo lo que he aprendido. El cierre de este restaurante no es el fin, sino el comienzo de una nueva etapa llena de posibilidades y oportunidades. Así que, queridos amigos y amigas, les digo hasta pronto y les agradezco por haber sido parte de esta maravillosa experiencia. ¡Nos vemos en el próximo capítulo de nuestras vidas!”
Un historia almeriense con sabor de Asilah
Hablar de Aljaima es sumergirse en los sabores y aromas de los paisajes costeros de Asilah, en Tánger, donde Mostafa creció y aprendió el arte de cocinar. Es degustar un recetario familiar marroquí, rico en color y matices, y también visitar un rincón enigmático en el corazón de Almería: una antigua casa de la calle Jovellanos que Mostafa transformó en un oasis para los sentidos.
Por las noches, como si los genios de las mil y una noches acudieran a escucharlo, el lugar se llenaba de poesía y del placer de platos como tajine, cuscús, bastela y otras delicias que, si Sherezade hubiera podido escapar de sus cuentos, sin duda habría disfrutado en Aljaima.
Pero AlJaima también es la historia de muchos almerienses que encontraron en ese local, bañado por la luz que se filtraba a través de sus coloridas cristaleras, un espacio distinto, un refugio diferente. Quizá, pensándolo bien, quienes cruzábamos su umbral también éramos algo diferentes, pero allí nos sentíamos como en casa.
Sus mesas fueron testigos de aniversarios en los que parejas escuchaban a cantautores, de recitales de poesía y exposiciones de fotografía y arte. Era un viaje a otro universo, sin perder la esencia de lo nuestro. Y para más de uno, recorrer la llamada 'Milla de oro' de la hostelería almeriense y llegar al portón de madera cerrado de Aljaima pesará en el corazón.
La Foodineta
¿Quieres una cena romántica?: el 'riad' marroquí en el corazón de Almería
Víctor Navarro
En este puente entre dos orillas, la tradición marroquí se encontraba con la curiosidad almeriense, y el tiempo parecía detenerse. Ahora, esas puertas se cierran, pero el recuerdo permanecerá vivo en quienes alguna vez encontraron allí algo más que una comida: encontraron un hogar. Que Mostafa se lleve consigo la gratitud de una ciudad que, durante 18 años, ha estado bien atendida desde su cocina y su hospitalidad. Y que esta despedida suene, con cariño, a un sencillo ‘beslama’. y buena suerte.