Hay placeres universales que no entienden de modas ni de algoritmos. Uno de ellos, sin duda, es la tortilla de patata. Jugosa, caliente, recién hecha o reposada; sola, con cebolla (o sin, no abramos ese melón porque ya sabéis lo que pienso y que debería pasar con vuestro pasaporte) y servida en pincho o en tostada, sigue siendo un desayuno top. O un PEC de manual, si eres de la generación que se lo toma con Red Bull.

Llámalo como quieras, pero ese bocado es religión para muchos, y en La Foodineta lo sabemos bien: los templos de la tortilla no se improvisan. Se descubren, se visitan y se veneran.

Algún día habrá que poner las cartas sobre la mesa y preguntarse, sin miedo ni prejuicios: ¿dónde está el verdadero templo de la tortilla en Almería? Mientras llega ese momento, seguimos la ruta.

Una tortillica 'an ca' la Inma

Hoy, nuestra parada es en el Mercado Central de Almería. Entre cajas de fruta, puestos de verdura, charcuterías con solera y sobre pescaderías que aún huelen a mar, existe una barra donde hacer una pausa estratégica. Allí, una tostada con tortilla es la reina del desayuno, el “caballo de batalla” de una cafetería que no necesita florituras: solo pan crujiente, tortilla tierna y café bien cargado.

El puesto 17 de la Plaza tiene nombre propio y una manera muy almeriense de pronunciarlo: 'An Ka La Inma' (anteriormente conocido como Cafetería Express) y aquí, la estrella tiene nombre, apellidos y jugosidad.

Quienes madrugan por obligación—los de los puestos— y quienes lo hacen por gusto —los del antojo— saben que empezar el día aquí es empezar bien. En An Ka La Inma no hace falta pedir la tostada, solo dejarse llevar. Allí, las tostadas de tortilla tienen su propio reino: una pizarra exclusiva repleta de recomendaciones para todos los gustos. ¿Con o sin cebolla? ¿Calabacín, ahumados, trufa, berenjena, ‘cabramelizada’, queso azul o calabaza?

Tú eliges o simplemente confías en el instinto de sus camareros y que nazca la magia. No nos hemos atrevido a pedir una mezcla personalizada, pero no sería nada descabellado que, si se solicita, aceptasen el reto de crear un sabor único y a medida.

En nuestro caso, tras bromear un rato con el camarero, decidimos dejar que él eligiera por nosotros. Lo que llegó a la mesa fue un desayuno lleno de sabor: media tostada con base de tomate, coronada por una jugosa tortilla de patata aromatizada con trufa y un café solo.

La tostad parecía contar su propia historia: rota a lo largo del pan, mostraba un juego de texturas. Algunas partes estaban selladas con el dorado que deja la sartén, mientras que otros trozos se presentaban como bloques tiernos y bien pochados de patata que se deshacían al morder y sobre todo el gusto a la trufa. Un toque que elevaba el clásico a otra dimensión.

El ajetreo del mercado

Desayunar en An Ka La Inma es mucho más que llenar el estómago, es una experiencia que se disfruta mientras se observa el ajetreo del Mercado Central de Almería, con sus colores, olores y gente que va y viene. Aquí, la rutina del desayuno se convierte en un momento especial, un respiro en medio del bullicio.

Normalmente en La Foodineta compartimos el precio de la consumición, pero esta vez no ha sido posible: nuestro cicerón, orgulloso habitual de An Ka La Inma, nos invitó a descubrir esta joya escondida. Así que en esta ocasión, el sabor y la experiencia han sido el único ticket de entrada Si buscas una manera auténtica y diferente de empezar el día, este puesto del mercado es una apuesta segura.