En estas fechas otoñales suelen ser de transición para la hostelería en general. Pero este año los hosteleros, sobre todo del Casco Histórico, aunque en general en toda la ciudad, están viendo como La Desértica el pasado fin de semana, que llenó la ciudad, y estos días con la Magna que se lleva a cabo este sábado por la tarde-noche viene a ser como una lluvia fresca y beneficiosa que viene a aportar algo de esperanza al sector hostelero, en una situación no demasiado boyante desde hace años debido a la pandemia y a la crisis.
Además la fecha de esta procesión es idónea ya que se une al Puente de Todos Los Santos y a Halloween, por lo que la capacidad hostelera actual roza el 100%, y las reservas en restaurantes y bares están casi al límite, por lo que es difícil encontrar lugar donde comer o tomar unas raciones tanto a mediodía como por la noche para ver la procesión y vivir el ambiente.
Buena parte de los establecimientos se han preparado para esta avalancha, y otros ofrecen diversas propuestas para esta jornada: un ejemplo de ello es el Hotel Catedral con su menú 'Magna' con un poste especial y con sabor a cuaresma como es la Flor Magna. Se puede degustar en sus salones, pero especialmente recomendable es su Azotea, donde disfrutar de la noche y poder ver con una panorámica fenomenal el paso de las procesiones.
Por su parte la Cafetería La Chumbera, en un rincón tan cofrade como la esquina de Jovellanos y Tiendas, se convierte esta noche en un local de comida rápida. Para ello sus propietarios han montado una barra en una de las puertas para servir bocadillos variados y patatas fritas calentitas y poder atender a aquellos que no puedan coger mesa, o prefieran ver el desfile de un lado a otro del centro.
A mediodía ha sido un rotundo lleno y la mayoría de los locales han puesto el cartel de no hay reservas o mesas, un tiempo fenomenal ha invitado a ello y la predisposición a disfrutar de una larga tarde-noche cofrade en pleno otoño y con tiempo primaveral.