El tejido empresarial almeriense ha disfrutado durante los años anteriores a la crisis de una situación privilegiada en el mercado exterior, en cuanto a número de empresas de muy variopintos sectores que vendían a medio mundo. Incluso en algunos momentos Almería ha estado entre las cinco primeras provincias del país en volumen de compañías con relaciones comerciales en el extranjero. Sin embargo, en los últimos dos años se ha producido un profundo naufragio, reduciéndose un 58% la cifra de estas compañías, según la radiografía actualizada del ICEX, Instituto Español de Comercio Exterior.

Los únicos dos sectores que no han reducido su presencia en el exterior han sido la agricultura y la piedra natural, que incluso han tenido repuntes y que ahora más que nunca son dos firmes salvavidas de la economía provincial. De este modo, la provincia en 2006 tenía 4.033 empresas que exportaban regularmente, en 2007 bajaron a 3.661 firmas, en 2008 ascendieron a 3.895, en 2009 fueron 4.050 compañías, un año después en 2010 se produjo el hundimiento hasta sumar sólo 1.710, una tendencia que ha continuado este año de enero a agosto de 2011 con 1.380 empresas, y previsiblemente acabará el año con guarismos similares a los del año pasado, pero incluso a la baja.

El hecho de que se produzca el cataclismo entre 2009 y 2010 lo explica David Uclés, director del Área de Estudios Socioeconómicos de la Fundación Cajamar: “Las pequeñas empresas resistieron hasta ese momento confiando que la crisis no se alargara, como ha ocurrido, son pymes sin liquidez que se han quedado sin oxígeno para aguantar”.

La mayor parte de todas esas compañías pertenecían a la construcción y a todos sus sectores auxiliares, como maquinaria, materiales, vehículos y todo tipo de productos vinculados al ladrillo.

Las empresas relacionadas con las hortalizas, las frutas y los cítricos se han estabilizado en torno a las 415, aunque aún no hay cifras del segundo semestre del presente año. Las compañías del sector agroalimentario suponen alrededor del 27% de las firmas exportadoras, pero sus ventas alcanzan el 81,4% del valor de las transacciones, lo que evidencia su importancia estratégica.

El otro sector que ha mantenido el tipo ha sido el mármol, incluido en el epígrafe de bienes de consumo. Según la estadística del ICEX, en 2008 había en Almería 62 empresas exportadoras de piedra natural, en 2009 eran 65, en 2010 fueron 74, y entre enero y agosto de 2011 su número se situó en 68 firmas, lo que confirma el esfuerzo de la comarca de Macael por hallar clientes fuera del mercado nacional, tras el hundimiento de la demanda interna.

El almeriense Manuel Sánchez, presidente de la Federación Española de la Piedra Natural (FDP) hace una lectura positiva de estos números: “En la comarca hay 150 empresas, pero 50 de ellas son subcontratas que hacen trabajos para otras. Si quedan 100, significa que más del 70% exportan, unas más y otras menos pero venden fuera. Es un muy buen dato porque son divisas que entran y es que la cosa así pinta bien”.

El perfil de la empresa exportadora almeriense que dibuja el ICEX evidencia, una vez más, la estrecha dependencia de la economía provincial respecto al sector primario. La agricultura y el mármol “son dos refugios de competitividad, así que hay que mimarlos porque están también pasándolo muy mal, pero gracias a estos sectores Almería no se ha convertido en una provincia de emigrantes y para evitarlo hay que cuidarlos”, añadió David Uclés.

Las empresas almerienses que desaparecen del mercado exterior son las de menor facturación, mayoritariamente. Aquellas que vendían al extranjero por valor de hasta 5.000 euros caen drásticamente. Por contra, las que mejor se mantienen son las que facturan entre 5 y 50 millones con un repunte notable de las mismas.