Alarma en Almería y en Europa por el hundimiento del tomate en los mercados
Sobreproducción, competencia exterior, veto ruso y cambio climático arruinan la campaña

El tomate atraviesa su peor momento de la última década
El tomate, bandera de la producción hortofrutícola almeriense en los últimos años, ha entrado en una profunda y prolongada crisis que ha hecho sonar todas las alarmas. El mes de mayo ha sido el peor de la última década con poco más de 20 céntimos por kilo de media, lejos de los 38 céntimos que se pagaron por término medio la campaña anterior.
En la primera quincena del mes pasado los tomates rama y larga vida registraban cotizaciones medias de 19 y de 18 céntimos, respectivamente, precios que lejos de mejorar han seguido bajando en la segunda mitad de ese mes, con mínimos por debajo de los 15 céntimos, según los datos de la patronal agraria Asaja.
Precio y costes
El problema radica en que llueve sobre mojado, ya que a lo largo de la campaña, salvo picos muy puntuales, los precios han estado por debajo de los del ejercicio anterior.
El mercado europeo, especialmente, está pagando precios inferiores en más de un 50% a los de un año antes y esa situación está llevando a muchos agricultores a recurrir a los mecanismos de gestión de crisis, unos precios de retirada que están por debajo del coste de producción.
Así las cosas los productores, a través de sus organizaciones profesionales, ya no albergan duda alguna de que esta será una campaña “ruinosa” para miles de agricultores que tienen en el tomate su principal cultivo. La razón es que durante buena parte del ejercicio han estado percibiendo precios por debajo de los costes de producción, cerca de 40 céntimos/kilo.
El presidente de la principal comercializadora almeriense y europea de tomate, CASI, Miguel Vargas, reconoce que este ha sido un año muy negativo para este producto y alerta de que el problema radica en una sobreproducción que inunda los mercados comunitarios, “pero no solo de Almería, sino de buena parte de los países europeos y de terceros países que concurren también en esos mismos mercados”.
Competencia
Cierto que la provincia está produciendo más tomate que nunca, y comercializando más que en años precedentes, pero a precios muy bajos. Pero no menos cierto que zonas en las que históricamente las cosechas han tenido que esperar hasta la llegada del buen tiempo, como Bélgica o Polonia, un país que hace seis años era importador de tomate “y ahora se ha convertido en exportador”.
El mal no afecta sólo a Almería: según FEPEX, el país que está teniendo los precios más bajos en este final de la campaña es Holanda, lo cual representa un grave problema para ellos porque Holanda está en plena campaña y Almería al final de la suya.