Desde que surgió la plaga de la Tuta absoluta, el tomate almeriense encontró un problema insalvable para ser exportado a Estados Unidos. Las exigentes normas fronterizas que caracterizan a las importaciones norteamericanas se habían convertido así en una barrera para la producción almeriense desde 2007, así como para otras zonas afectadas por dicha plaga. 
Sin embargo, Vicasol ha venido desarrollando desde entonces un arduo trabajo, protagonizado por su equipo de técnicos fundamentalmente, en el que también es de destacar el compromiso de los agricultores.  El fruto ha sido la obtención de las certificaciones oportunas para poder enviar tomates a un mercado como el norteamericano, que se perdió para el sector hortofrutícola almeriense en cuanto a este producto. A través de la certificación de la Junta de Andalucía realizada por Agrocolor y del oportuno registro en la base datos CEXBEG el camino quedó abierto.
Según explica el director técnico de Vicasol, Juan Carlos Urrea, las condiciones para conseguir la certificación son muy exigentes, hasta el punto de que no debe registrase captura alguna de Tuta absoluta en las trampas habilitadas al efecto durante el periodo establecido dentro de la certificación. En ese sentido, Urrea destaca que esto posible sobre la base de invernaderos de moderna concepción y perfectamente herméticos.  El periodo certificado va desde el 1 de diciembre hasta el 30 de abril, una época de bajos niveles, en general, de esta polilla que ha llegado causar serios problemas en el campo almeriense.
En relación con esta certificación, el responsable técnico de Vicasol resalta el papel desempeñado por la mejora de la gestión de las plagas a través  del control biológico, cuyas técnicas han progresado bastante en estos últimos años y cuya aplicación constituye una de las facetas  más importantes en el asesoramiento técnico a los agricultores. También los almacenes destinados a albergar el producto que viajará a Estados Unidos son objeto de inspecciones periódicas.
Los primeros envíos realizados desde Vicasol, a Nueva York ya han partido sin novedad, observando, eso sí, estrictas medidas en el envasado y el paletizado. En ese sentido destaca también la necesidad de envolver  todas las cajas que incluye cada palet con un material que asegura su hermeticidad.

Desde otro punto de vista, esta certificación supone un reconocimiento a labor del equipo técnico de Vicasol, compuesto por 17 profesionales, que mantiene una de las ratios más bajas de número de hectáreas por técnico de todo el sector hortofrutícola.