El Jarama monta en cólera contra el Almanzora
Un grupo ecologista madrileño veta ceder agua del Tajo a los regantes del Levante almeriense

Regantes fundadores de Aguas del Almanzora
Los últimos aguaceros han sido un alivio para los regantes de las feraces tierras del Almanzora y el Levante almeriense. Pero no es suficiente para poder cultivar las hectáreas previstas para cultivos de primavera en tierras de Cuevas del Almanzora, Antas, Zurgena Vera, Huércal-Overa o Pulpí. La sociedad Aguas del Almanzora, que agrupa a las principales comunidades de regantes de la comarca en 24.000 hectáreas, suma ya tres campañas con el Trasvase del Negratín, su principal aporte hídrico, suspendido por el bajo nivel del Guadiana Menor. Son duchos, gente como Lorenzo Belmonte, Cecilio Peregrín, Matías Gómez, José Caparrós, Fernando Rubio, Fernando Haro, Gonzalo Rojas, Antonio Segura o José Haro, en buscar agua en donde sea y al precio que sea para aprovechar cada metro cúbico más que otra región del mundo. Sin embargo, en los últimos tiempos, con la desaladora de la vergüenza (la de la riada de San Wenceslao) averiada desde hace casi trece años y otra que viene en proyecto, los agricultores levantinos han ido tocando a puertas para conseguir caudal, sin mucho éxito, en la mayoría de los casos. Consiguiendo agua mediante cesión de derechos de la desaladora de Torrevieja y de los arrozales sevillanos, pero obteniendo negativas, de otras comunidades, a pesar de que la ley está a su favor.
Es el caso de una asociación ecologista madrileña -la del río Jarama, de triste nombre guerrillero- que ha pedido al Ministerio de Transición Ecológica que se deniegue la autorización de cesión de agua a los regantes almerienses de Aguas del Almanzora anunciando también una movilización. Los regantes del Almanzora, que están a la cabeza de España en aprovechamiento hídrico por hectárea, llevan sufriendo este tipo de rechazo años, a pesar de que los contratos de cesión están una reforma legal de 2013 permite los contratos de cesión entre cuencas, como una excepción al régimen concesiona. La pasada campaña ya tuvo que sufrir el revés de los grupos ecologistas cuando habían llegado a un acuerdo con los regantes del Júcar. Sí consiguieron sacar adelante la cesión derechos de agua de las tierras que tienen en propiedad en las marismas arroceras del Guadalquivir.