Cajamar no invierte en empresas que no cuiden su entorno laboral y ambiental
Elige las más sostenibles para 1.900 millones de fondos de inversión

Una de las oficinas de Cajamar Caja Rural
El Grupo Cooperativo Cajamar está poniendo todo su empeño en evitar que los fondos de inversión que gestionan se destinen a empresas que cumplan compromisos sociales, ambientales o que no utilicen paraísos fiscales en la gestión de sus activos económicos.
La decisión de no invertir en aquellas empresas que presenten un peor desempeño social, ambiental o de gobernanza responde a la aplicación de su sistema ético de gestión, que fomenta en los productos y servicios de la entidad la aplicación de criterios de Inversión Socialmente Responsable.
Criterios
Para hacer posible esta decisión se han fijado una serie de criterios relacionados con lo que se considera que debe ser la responsabilidad social corporativa de las empresas y, en este caso, se incluye el destino de los fondos de inversión que gestiona, tanto los propios como los de sus socios o los clientes.
Según informaba ayer la caja almeriense, el resultado de los procesos y metodología implantados conjuntamente con la gestora TEA, el Grupo Cooperativo Cajamar ha logrado ya que el 97,9 por ciento del patrimonio total gestionado en fondos de inversión, valorado en 1.900 millones de euros, contemple criterios de inversión socialmente responsable (ISR).
Conciencia social
Cajamar explica que la sostenibilidad es un tema que nos afecta a todos “y quizá por ello en todas las encuestas se puede comprobar que en la sociedad crece la preocupación por el cambio climático, las cuestiones ambientales”. Pero también la forma con la que las empresas tratan a sus trabajadores, así como la responsabilidad social corporativa.
Afirma que cada vez son más los inversores interesados en estas cuestiones que quieren incorporar criterios ISR en sus carteras de inversiones. Finalmente se trata para muchos de la apuesta creciente por modelos de desarrollo sostenible; “para otros el interés se dirige a minimizar riesgos económico-financieros de naturaleza social o ambiental, junto al riesgo reputacional asociado a este tipo de cuestiones”.